Un toque de atención

Desbordado por la intensidad de un Getafe superior durante la primera parte, que no marcó por una actuación providencial del central brasileño Felipe Monteiro, el Atlético de Madrid recibió este jueves en su victoria en Getafe (0-2) un toque de atención de cara a la fase final de la Liga de Campeones.

Los pupilos del entrenador argentino Diego Pablo Simeone llegaron al Coliséum Alfonso Pérez avisados: el Getafe es un equipo construido en base a una idea futbolística similar a la del Atlético, un bloque compacto, batallador e intenso, que iba a intentar dar la guerra en el mediocampo.

De hecho, el técnico argentino el día anterior se deshizo en elogios hacia el trabajo de José Bordalás al frente de los azulones, que calificó como “extraordinario”. “Muestran un esfuerzo tremendo de unos futbolista entregados a un estilo de juego, que puede gustar o no, pero son competitivos, y estoy seguro de que muy pocos equipos quieren jugar contra el Getafe”, anticipó.

Aun sabiéndose bien la lección, y planteando una alineación con dos extremos -el belga Yannick Carrasco y el argentino Ángel Correa– para soslayar por bandas el empuje azulón, el Atlético se encontró con un cuadro local que se anticipó durante la primera parte a todas las segundas jugadas, de la mano del trío formado por el serbio Nemanja Maksimovic, el uruguayo Mauro Arambarri y Marc Cucurella.

Entre ellos se bastaron para controlar a Koke Resurrección y Saúl Ñíguez, que parecieron islotes en el mediocampo rojiblanco, y se sobraron para hacer que el Atlético no tuviera capacidad de salida ante el juego rápido getafense.

Solo un providencial Felipe, que sacó bajo palos un remate de Jaime Mata que ya había superado a Oblak en el minuto 10, la mala puntería del delantero madrileño al rematar de primeras un centro del camerunés Allan Nyon, y el fuera de juego en el tanto que llegó a marcar a la media hora, salvaron al Atlético de llegar al descanso por detrás en el marcador.

“No entramos bien en los primeros 15 minutos, tuvimos poca intensidad, poca presión en la transición de ellos”, admitió Simeone tras el encuentro. Solo a partir de la media hora comenzaron a encontrar a Marcos Llorente y Carrasco por las bandas. “Nos fuimos al descanso tratando de decir eso, que había que buscar la transición defensa-ataque”, explicó el técnico argentino.

Fueron las bandas las que permitieron al Atlético dar otra versión en la segunda parte, provocando saques de esquina y dejando una ocasión clara, tras un centro del colombiano Santiago Arias que Diego Costa remató desviado con la espinilla cuando el portero local David Soria estaba superado. Justo después llegó el ‘momento Llorente’, un derechazo del jugador de moda del conjunto rojiblanco, que cambió el partido por completo y encarriló la victoria.

Aún con el 0-2, que pudo ser más abultado si no hubiera sido por el fuera de juego de Víctor Machín ‘Vitolo’ en el gol de Álvaro Morata, Simeone admitió que este partido puede ser un toque de atención para la fase final de la Liga de Campeones que se disputará en Lisboa (Portugal) y les medirá al Leipzig alemán en cuartos.

“Nosotros lo tenemos claro, lo venimos hablando, lo trabajamos, pero no es fácil sostener todos los partidos los 90 minutos con esa intensidad. El regreso de la cuarentena, salvo el partido con el Betis en un pasaje y en el inicio de hoy, en todos los otros partidos el equipo ha tenido responsabilidad, trabajo, velocidad, intención de presionar bien y por eso nos llevó a generar estos siete triunfos y tres empates”, analizó Simeone.

UN PUNTO PARA EL PODIO

Sensaciones aparte, lo cierto es que el Atlético, ya clasificado matemáticamente para la próxima Liga de Campeones desde la jornada anterior, solo necesita un punto para finalizar el campeonato como tercer clasificado, un puesto en el podio en el que se ha asentado desde la campaña 2012-13.

Desde esa temporada, la primera con Simeone como técnico desde el inicio, el balance incluye cuatro terceros puestos, dos segundos (temporadas 2017-18 y 2018-19) y el título del curso 2013-14.

Para continuar esta racha, al Atlético le sirve tanto ganar como empatar el próximo domingo contra la Real Sociedad en el Wanda Metropolitano, ya que el empate de los ‘txuri-urdin’ contra el Sevilla este jueves en el Reale Arena le ha permitido sacarle dos puntos a los hispalenses. En caso de igualdad de puntos, el Atlético estará por delante, por lo que le vale sumar tres o uno.

EL MOMENTO DE LLORENTE Y LA POSIBILIDAD DE UN COSTA-MORATA

Se han escrito ríos de tinta sobre el momento esplendoroso de Marcos Llorente, su adaptación a una posición novedosa para él como es la de segundo delantero o interior derecho, pero es que cada partido no hace sino incrementar las razones para el asombro: sus arrancadas por el lado derecho siempre hacen daño, llega a línea de fondo como un extremo, centra como un lateral y finaliza como un delantero. Ayer marcó de disparo desde la frontal, similar a sus dos goles en Anfield Road. Se ha convertido en imprescindible.

El duelo en el Coliseum también dejó un detalle: 10 minutos de cohabitación entre Diego Costa y Álvaro Morata. El hispanobrasileño fue titular, Morata entró en el 75 en lugar de Marcos Llorente y ambos jugaron juntos hasta que Costa fue sustituido en el 84.

Hasta ahora la decisión siempre había sido uno u otro, ya que Simeone explicó al inicio de la reanudación del campeonato que el equipo no estaba en el punto para “sostener” la presencia de ambos, y el cambio de delantero por delantero era la norma. Así ocurrió ante el Athletic, Osasuna, Valladolid, Alavés (en un doble cambio), Barcelona, Mallorca y Betis.

“Tenemos a Morata con un montón de goles, a Costa que está luchando bien… Es un dilema del entrenador acertar qué partido puede jugar uno o el otro, e incluso jugar los dos juntos”, concedió Simeone tras el encuentro en el Coliseum Alfonso Pérez, donde optó por esta posibilidad.

Una nueva posibilidad ofensiva para el Atlético de cara a una Liga de Campeones que se disputa a partido único y en la que puede llegarse a finales ajustados en los que sea perentorio marcar gol. Para esa fase final también le sirve como lección el primer tiempo de Getafe, que ante un equipo de primer nivel europeo puede suponer empezar un duelo a vida o muerte con uno o varios goles en contra

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