El sargento brasileño detenido en España con 39 kilos de cocaína cuando formaba parte de la comitiva del presidente Jair Bolsonaro ha sido condenado este martes a 14 años de cárcel por un tribunal militar de Brasilia. La droga que el soldado Manoel Silva Rodrigues llevaba escondida en tres maletas fue descubierta por la Guardia Civil durante una breve escala en Sevilla del mandatario brasileño en 2019, cuando estaba en ruta hacia Japón para participar en el G20. El cargamento ilícito y el militar viajaban en un avión de las Fuerzas Aéreas que acompañaba al del presidente. Rodrigues está encarcelado en España, cumpliendo los seis años impuestos por la Audiencia de Sevilla por los mismos hechos.
El juez militar brasileño ha aplicado varios agravantes, que elevan la pena de ocho a 14 años, seis meses y una multa, informa el diario Folha de S. Paulo. El magistrado considera que el uniformado actuó de mala fe porque se aprovechó de conocimientos adquiridos como miembro de la Fuerza Aérea para burlar las inspecciones de su equipaje. También ha anunciado que solicitará que los años de cárcel cumplidos en España sean descontados de la condena brasileña.
Durante ambos juicios, el soldado apeló en su defensa a las estrecheces económicas que le impulsaron a tomar una mala decisión. Su abogado ha alegado que el uniformado no era el vendedor de la droga, sino una mera mula que la transportaba.
Rodrigues explicó así su comportamiento durante el juicio de 2020: “La persona que me lo entregó [la droga] en Brasil me dijo que su destino era Suiza y que yo debía meterla en Europa. (…) Pasaba por dificultades económicas. Llevo 20 años en el Ejército y nunca he tenido ningún expediente, pero un militar en Brasil no tiene un salario bueno. Siempre compro cosas en mis viajes, como móviles, y las vendo para ganar algo extra”. Aseguró entonces que era la primera vez que traficaba con drogas.
El tribunal español también le impuso una multa de dos millones de euros. Y acordó que, para evitar un efecto llamada, el militar cumpliera en España la pena hasta que obtenga al menos el tercer grado. Su solicitud de hacerlo en su país fue rechazada.
La cocaína, oculta en fardos de poco más de un kilo, fue descubierta en el aeropuerto de Sevilla, donde la comitiva de Bolsonaro hizo una escala. Tras pasar las maletas por los rayos X, agentes de la Guardia Civil pidieron explicaciones a Rodrigues, que había dicho que era queso, un alimento de origen animal que está vetado introducir en la EU desde países ajenos al bloque comunitario.
El sargento había acordado entregar el alijo a un desconocido con el que se citó en un supermercado de Sevilla.
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