Cuatro jóvenes murieron y más de 60 están heridos a causa de una avalancha provocada por la explosión de una granada de gas lacrimógeno en una asamblea de estudiantes. La tragedia ocurrió en la universidad estatal Tomás Frías de la ciudad boliviana de Potosí. “Fue un acto delincuencial, muchos fueron pisados y golpeados, lo que ha ocurrido es inconcebible, no puedo comprenderlo”, declaró a la prensa, conmovido, el rector Pedro López.
La autoridad universitaria pidió que se actuara de la forma “más rigurosa y dura” para identificar y procesar al autor o los autores de este atentado. Se sospecha de un “infiltrado” de fuera de la institución, ya que, en su opinión, sería “inconcebible” que el autor o los autores fueran universitarios. El ministro de Gobierno (Interior), Eduardo del Castillo, anunció que ya habría sido detenido el sospechoso de arrojar estos agentes químicos al interior de esta asamblea. “No nos queremos adelantar a dar nombres para evitar que esta persona fugue”, añadió. Los padres y parientes de los universitarios acudieron este lunes desesperados hasta la universidad porque en un principio no trascendió la identidad de quienes habían perdido la vida, todas ellas mujeres.
La asamblea se realizaba para organizar las elecciones a la Federación Universitaria Local, la organización que representa al conjunto de los estudiantes. La reunión había sido convocada dentro del Coliseo Universitario y la asistencia era obligatoria, por lo que había una gran cantidad de personas. Según una de las convocatorias a la asamblea que trascendió a la prensa, todos los estudiantes becados en la universidad debía presentarse o, de lo contrario, podían perder sus beneficios. Esta forma de asegurar la presencia de los miembros de un sindicato o, en este caso, de una federación de estudiantes, tiene una larga tradición en Bolivia.
En medio de la discusión del temario electoral de la asamblea, alguien lanzó una granada de gas lacrimógeno. Esto produjo pánico y, en consecuencia, una avalancha que terminó aplastando a decenas de estudiantes. Algunos de los heridos presentaron cuadros de intoxicación por la inhalación del químico. Tres mujeres llegaron sin vida al hospital. Luego se informó de la existencia de otra fallecida más. Existen alrededor de 60 heridos recibiendo auxilio en los centros de salud y cuatro de ellos se encuentran en estado grave, internados en terapia intensiva.
Potosí, una ciudad de 800.000 habitantes, está conmovida por lo que el rector López consideró “un desastre”. Carros de bomberos, patrullas de policías y ambulancias rodearon el edificio en el que se produjeron los hechos. La Universidad Tomás Frías tiene un siglo y medio de existencia, y una larga historia de participación política. Tanto en esta universidad como en otras del país, en las últimas décadas, las elecciones para renovar a los dirigentes se han vuelto tensas y competitivas, conforme ha aumentado la cantidad de recursos que manejan las direcciones estudiantiles, debido a la masificación de las casas de estudios superiores. También las campañas electorales se han hecho profesionales y en ellas se invierte una gran cantidad de dinero.
Existe un antecedente de esta tragedia. El 3 de marzo de 2021, ocho universitarios de la Universidad de El Alto, ciudad colindante con la capital administrativa, La Paz, murieron al caer de un balcón donde se había producido una avalancha. En esa ocasión, la causa fue una pelea entre dos bandos que disputaban por la administración de ciertos beneficios estudiantiles.
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