Desde que estalló la pandemia del Covid-19 a principios de 2020 se han registrado 155 millones de casos y 3,25 millones de fallecidos en todo el mundo. Todos los Gobiernos tienen un presupuesto destinado a paliar los efectos del coronavirus, aunque, visto lo que ha sucedido en Noto, no siempre se gastan el dinero en lo que deberían. ¿Qué es lo que ha sucedido? Esta ciudad de Japón ha construido una estatua de un calamar gigante, cuyo precio ha sido de 27 millones de yenes, unos 200.000 euros al cambio, nada más y nada menos.
Noto es una cuidad situada en la prefectura de Ishikawa y, como resulta lógico, sus habitantes no están nada contentos con el uso que se la ha dado al dinero destinado a combatir el Covid-19. Las críticas de los vecinos no han tardado en llegar, aunque el Gobierno local defiende que la construcción del calamar gigante era necesaria para dar a conocer la ciudad como «municipio pesquero».
Noto es muy conocida por sus calamares, y en el país asiático es común que aquellos sitios que tienen una estatua gigante o una mascota se conviertan en un destino turístico de referencia. Por este motivo, el Gobierno local hace un llamamiento a la calma, asegurando que a largo plazo la estatua del calamar en la ciudad de Japón, de 12 metros de largo, reportará muchos ingresos económicos gracias a los nuevos visitantes.
Coronavirus en Japón
Pero, ¿realmente está justificada la construcción de la estatua? Parece que no. Las explicaciones del Gobierno local no han convencido a los vecinos, más aún teniendo en cuenta que este viernes Japón prolongará el estado de emergencia por el Covid-19 en Tokio y otras tres regiones, e impondrá una serie de restricciones en varios departamentos por e incremento de casos.
Las medidas de emergencia consisten en el cierre temporal de establecimientos de hostelería que sirven alcohol y en la recomendación de que los grandes almacenes cierren sus puertas.
En estos momentos el país asiático se enfrenta a la curta ola local del coronavirus, registrando de media 5.300 nuevos casos diarios. Aunque la magnitud de la pandemia continúa siendo limitada en comparación con otros países del mundo, el sistema sanitario japonés está a punto del colapso y la campaña de vacunación no avanza tan rápido como debería.
Source link