Una cuestión de orgullo para el Bilbao Basket

Alejado el vendaval, llega el baloncesto. No hay más. Las condiciones con las que afronta el RETAbet su cita frente al Coosur Real Betis (San Pablo, 16 horas) están muy lejos de ser las idóneas, aunque tampoco puede rechistar. Toda la semana sin entrenar en Bilbao y confinados como medida de precaución debido al Covid. Es difícil que la victoria llegue por la vía de la confianza, del trabajo táctico previo o de la conjunción de las piezas. Los hombres de negro deberán tirar del orgullo y la casta que emana de ese escudo y canalizar toda su rabia y frustración para que se conviertan en intensidad sobre la cancha.

Al margen del golpe mental hay que recordar que el Bilbao Basket viajó el viernes con la baja de Hakanson, el único jugador afectado por el virus. La otra persona salpicada por la enfermedad es un miembro del staff. Aaron Jones tampoco cogió el avión a Sevilla. Ya es pasado. El americano se marcha a Francia, al Cholet. Y ojo porque puede haber algún movimiento más durante el parón.

De nada valdrá pensar en todas las piedras en el camino cuando los árbitros lancen el balón al cielo del Municipal de San Pablo. La victoria es capital para los dirigidos por Alex Mumbrú. La derrota frente al UCAM Murcia dejó un mal poso y el 1-8 de la clasificación empieza a dar vértigo. Es el peor arranque del Bilbao Basket en sus 16 temporadas en la ACB. El Betis es un rival directo, se encuentra justo por encima (2-8). Con un triunfo, el RETAbet dejaría atrás a los verdiblancos, escaparía del descenso y aún tendría un partido pendiente.

No están contentos en las filas bilbaínas ante la actual coyuntura, sin embargo es lo que dicta el protocolo. Tampoco han ayudado las declaraciones previas de Curro Segura
. Los plazos han jugado en contra, en este caso, de los MIB. Tanto Real Madrid como Andorra recibieron la notificación de sus positivos el mismo día del choque ante el RETAbet y no existía margen de maniobra para otra tanda de PCR, además ambos venían de jugar en Europa dos días antes. De modo que los dos compromisos en Miribilla tuvieron que aplazarse. Ahora los vizcaínos sí tenían espacio para hacerse más pruebas que descartaran más casos de coronavirus en la caseta.

Se verán las caras dos equipos que llevan vidas paralelas en los últimos años. A veces para bien, otras para mal. Es como si estuvieran en el mismo ascensor. Todo arrancó en la temporada 2017-18, de infausto recuerdo para los dos. Descendieron a la LEB Oro. No importó que el Bilbao Basket se impusiera a los andaluces en los dos choques. Fue un tránsito efímero, por fortuna para ambos. Mumbrú pasó de la cancha al banquillo y Segura tomó las riendas del Betis, los dos técnicos siguen al frente de sus respectivos proyectos. La escuadra verdiblanca subió por la vía rápida, quedó campeona, mientras que el RETAbet lo tuvo que pelear en un costoso playoff.

Se enfrentaron tres veces en esa 2018-19. Dos en Liga, con un alegría para cada conjunto, y otra en la final de la Copa Princesa que se llevó el Betis. El pasado ejercicio fue el único de los últimos tiempos en el que sus trayectos se separaron y fue por mérito de los hombres de negro, que pelearon por cotas elevadas. Sin embargo, ahora vuelven a batallar por un mismo objetivo: la permanencia. En el choque de hoy saltarán chispas. La victoria vale doble.


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