Una persona sin identificar logró burlar el día de Año Nuevo el sistema de vigilancia surcoreano y cruzar la frontera oriental del país hacia Corea del Norte, según han informado este domingo las autoridades militares surcoreanas. Aún se desconoce la identidad del individuo, así como el motivo que le ha llevado a acometer un acto de tamaña temeridad.
El Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur ha confirmado este domingo que, a las 22.40 del sábado (14.40 de Madrid), una persona cruzó la Zona Desmilitarizada ―la franja de seguridad de cuatro kilómetros de ancho que protege el límite entre las dos Coreas― desde la provincia de Gangwon, en el este del país, y logró pasar hacia el Norte. El paso se produjo unos 80 minutos después de que el Ejército surcoreano detectase a través de las cámaras de seguridad que un individuo se encontraba dentro de esta área neutral, sobre la que ninguna de las dos naciones tiene control. En cuanto los soldados detectaron movimiento, sobre las 21.20, lanzaron una operación de búsqueda, la cual resultó infructuosa.
Tras una investigación posterior, se ha descubierto que las cámaras de seguridad habían captado al individuo cruzando la alambrada de púas para entrar a la Zona Desmilitariza a las 18.40, lo que evidencia que los soldados surcoreanos no tuvieron conocimiento sobre esta violación de la ley durante casi tres horas. Cruzar la frontera entre los dos países, que formalmente continúan en guerra después de que en 1953 firmaran un armisticio en lugar de un tratado de paz, está prohibido por ambas naciones.
De acuerdo con la agencia de noticias Yonhap, un funcionario del Estado Mayor Conjunto, que habló bajo la condición de anonimato, señaló que la respuesta inicial fue insuficiente y que el Ejército ha iniciado una pesquisa para determinar qué medidas son necesarias para mejorar la defensa fronteriza. Este oficial añade que las condiciones geográficas, como el terreno montañoso, complicaron la operación hasta el punto de que todos los esfuerzos para capturar a esta persona fueron en vano.
Las autoridades militares han comunicado que les resulta imposible confirmar si el individuo se encuentra aún con vida. Corea del Sur emitió el domingo por la mañana a través de su línea militar un aviso a su vecina del Norte pidiendo protección, pero aún se desconoce si ha habido respuesta. Tampoco se sabe si se trata de un ciudadano surcoreano o un desertor norcoreano, pero el Ejército sospecha que es un civil y no personal militar.
Bajo el pretexto de contener la pandemia de covid-19, Pyongyang implementó en agosto de 2020 la práctica militar de fuego a discreción: básicamente, disparar a toda persona que rebasase el área limítrofe a criterio de los soldados y sin necesidad de aguardar a una orden. Según el Estado Mayor Conjunto, por el momento no se han detectado movimientos militares inusuales por parte de Corea del Norte.
Un mes después de que el Gobierno de Kim Jong-un diese luz verde a dicha práctica militar, propia de situaciones de conflicto bélico, la guardia fronteriza norcoreana disparó a matar a un funcionario de Pesca surcoreano, que desapareció de un barco patrulla cerca de la frontera del mar Amarillo y que acabó en aguas bajo el dominio de Corea del Norte.
No es la primera vez que se producen este tipo de cruces, que suelen generar gran repercusión mediática. En julio de 2020, un desertor norcoreano residente en Corea del Sur regresó a su país natal colándose por un desagüe y nadando hasta el Norte. En noviembre de ese mismo año, Seúl recibió un aluvión de críticas tras no lograr detectar a un norcoreano que cruzó la alambrada, como en esta ocasión, en la parte oriental de la frontera. El incidente se produjo pese a que el Ejército surcoreano se había comprometido a renovar su sistema de defensa fronterizo y a reforzar la vigilancia con el fin de prevenir cualquier tipo de fuga.
Toda la atención se centra ahora en la próxima declaración que pueda emitir Pyongyang. Corea del Norte ha implementado un cierre aún más hermético desde el inicio de la crisis sanitaria mundial. Oficialmente, el Norte no ha reportado ningún caso de covid-19 dentro de sus límites. La frontera entre las dos Coreas es una de las más militarizadas del mundo, repleta de minas, rodeada de una alambrada de seguridad electrificada y con púas, con cámaras de seguridad y guardas armados que deben permanecer alerta las 24 horas del día.
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