“Hasta el mejor escribano echa un borrón”. Le tocó sufrirlo anoche a Unai Simón. El guardameta del Athletic vio la tarjeta roja mediada la primera parte. Más de una hora de juego, con el billete europeo en el aire, con uno menos ante el Leganés. El de Murgia había destronado la semana pasada al intocable Dani García en el capítulo de más minutos acumulados en Liga esta campaña. Y había firmando unas actuaciones destacadas desde el regreso de la competición. En partidos ante Atlético de Madrid, Betis, Barça, Mallorca, Eibar o Sevilla. Sumadas a las que ya coleccionada en todo el curso en el que se ha situado entre los mejores de su gremio.
Fue en el minuto 23 de la primera parte. Un balón largo. Unai Simón decidió salir de su área de manera quizás precipitada, con dos leones en esa jugada. El jovencito Bryan Gil, 19 años, se la jugó. El portero rojiblanco intuyó el peligro y trató de desentenderse de la acción, pero ya no pudo frenar la inercia. Y el jugador del Leganés se dejó querer. Toquecito, al suelo con muestras exageradas de dolor y expulsión cortesía de Martínez Munuera.
Turno para Herrerín, que estaba en la grada, convertida ahora en banquillo desde el regreso liguero tras el parón por el coronavirus. El cancerbero bilbaíno alargó su ingreso en el terreno de juego, ni siquiera tenía puestas las media. Sorpresa. El sacrificado por Garitano para darle entrada fue Sancet, que había sido alineado en la posición de media punta.
Es la segunda tarjeta roja del curso para los leones en Liga, también directa, tras la que vio Muniain, que había salido en la segunda parte en Anoeta ante la Real en febrero, por una entrada a Oyarzabal.
Unai Simón ya no traspasará la barrera de los 3.000 minutos. Se quedará justo en la puerta. Se plantó en el choque con los pepineros con 2.970, más los 23 en los que pudo participar, se queda con 2.993 en 34 jornadas disputadas. Se ha perdido tres encuentros. Uno por rotación, cuando Garitano decidió colocar bajo palos a Herrerín en la sexta jornada, el 25 de septiembre, ante el Leganés en Butarque. Y dos por paperas a mediados de enero ante Celta y Espanyol. En Granada, en la última jornada, añadirá el cuarto.
En Copa, competición que era para Herrerín, Unai Simón acabó jugando contra Barça y Granada tras la expulsión del meta bilbaíno en Tenerife en enero, un encuentro que cerró Ezkieta. El de Murgia baja la persiana después de dejar su portería a cero en doce encuentros, dos de ellos tras el paréntesis por la Covid-19, ante Betis y Valencia. Unai Simón lanzó que quería “volar y parar” en la recta final. Lo ha hecho, pero termina el vuelo de manera abrupta antes de lo previsto. Cambio y corto. Game Over.