Henrietta Fore, directora ejecutiva de la UNICEF, agregó que los infantes deben soportar “una fuerte crisis económica y una pandemia devastadora” por la que atraviesa Líbano.
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) alertó este viernes del “trauma adicional” para los niños de Líbano a causa de la explosión registrada el 4 de agosto en la capital, Beirut.
La organización pidió 39,5 millones de euros (alrededor de 1,028,347,000 pesos mexicanos) para cubrir las necesidades de los menores de Líbano ante la grave crisis que atraviesa el país.
“Las explosiones de Beirut han creado un trauma adicional para los niños de Líbano que también tienen que hacer frente al impacto de una fuerte crisis económica y una pandemia devastadora”, manifestó la directora ejecutiva del organismo, Henrietta Fore.
Resaltó que “UNICEF y sus aliados han estado en el terreno desde el primer día, recuperando reservas de vacunas, distribuyendo agua y ayudando a limpiar los escombros”.
El Fondo de Naciones Unidas “cuenta con los donantes para ayudar a apoyar a los niños y las familias que se ven afectados por esta tragedia y que necesitarán todo el apoyo que puedan recibir para reconstruir sus vidas”.
Por su parte, Violet Speek-Warnery, representante adjunta de UNICEF en Líbano, señaló que la destrucción causada por la explosión “es de una magnitud difícil de asimilar”.
“Desde el principio, UNICEF ha estado con el pueblo de Líbano, trabajando para proteger a los niños y para garantizar la seguridad de las infraestructuras de agua, salud y educación“. El llamado del organismo busca dar ayuda a 100 mil niños durante los próximos tres meses.
El organismo enfatizó que su respuesta se articulará en tres ejes, el primero de los cuales tendrá como objetivo “mantener los niños a salvo” con apoyo psicosocial, facilitando servicios para proteger a los menores de la violencia de género y dando ayuda en efectivo para que las familias económicamente más vulnerables puedan satisfacer las necesidades básicas de sus hijos.
El segundo eje será “rehabilitar los servicios esenciales”, en un momento en el que “muchas viviendas aún no son seguras” y en el que hay que trabajar para rehabilitar escuelas y 16 centros de salud dañados por la explosión que dan servicio a 160 mil personas.
Por último, señaló que el tercer campo de acción seguirá siendo el de limpieza de escombros, entrega de alimentos y agua y confección de mascarillas.