Hombres armados secuestraron este jueves por la noche a unos 30 estudiantes de una escuela de formación forestal del Estado de Kaduna, en el norte de Nigeria, según ha confirmado el comisionado de Asuntos Interiores del citado estado, Samuel Aruwan, mediante un comunicado. Se trata del quinto secuestro masivo de alumnos que sufre Nigeria, en concreto sus regiones norte y centro-oeste, desde el pasado mes de diciembre. Los cuatro anteriores acabaron con la liberación de todos los jóvenes raptados tras procesos de negociación y promesa de beneficios a los secuestradores.
Un gran número de asaltantes, a quienes en Nigeria se califica como “bandidos”, penetraron en el Colegio Federal de Mecanización Forestal situado en la localidad de Afaka, en el área local de Igabi, sobre las 23.30 de este jueves, según informa Aruwan, quien cifra en 210 las personas inicialmente secuestradas entre estudiantes de ambos sexos y personal de la escuela. “Tropas del Ejército nigeriano rescataron a 180 ciudadanos, la mayoría alumnos, este viernes por la mañana”, asegura el comisionado en su comunicado.
Según el relato de Aruwan, los delincuentes rompieron un muro perimetral y se adentraron unos 600 metros en las instalaciones de la escuela antes de llegar al primer edificio. Tras recibir una llamada telefónica de emergencia, el departamento de Asuntos Interiores de Kaduna dio aviso al Ejército nigeriano, que envió tropas al lugar.
Tras un enfrentamiento, los soldados lograron rescatar esta mañana a 180 personas, entre ellas 42 chicas, 130 chicos y ocho miembros del personal, algunos de los cuales estaban heridos y fueron trasladados a un hospital militar. “Sin embargo, nos faltan 30 estudiantes entre los que hay hombres y mujeres”. Un equipo combinado del Ejército de Tierra, la Aviación, la Policía y la agencia de inteligencia nigeriana DSS ha iniciado una operación para intentar localizar a los alumnos desaparecidos.
El de ayer es el quinto secuestro masivo de estudiantes en el noroeste de Nigeria en el plazo de tres meses, todos ellos protagonizados por bandas armadas que han encontrado un lucrativo negocio en esta actividad delictiva. Los cuatro anteriores acabaron con la liberación de los alumnos días más tarde tras negociaciones o promesa de beneficios a los secuestradores que se entregasen. Solo en uno de ellos la liberación llegó después de un enfrentamiento con la Policía. La cifra total de alumnos secuestrados desde entonces se eleva a 798.
Quebradero de cabeza
Estos raptos masivos se han convertido en un quebradero de cabeza para el presidente nigeriano, Muhammadu Buhari, quien ha criticado a las autoridades estatales por esta política de acuerdos y amnistías a estos grupos de delincuentes. A finales de febrero, Buhari prohibió toda la actividad minera y el sobrevuelo de aviones en el Estado de Zamfara, donde tuvo lugar el penúltimo secuestro, en un intento de cortar los medios de financiación de los “bandidos”.
El primer y más mediático secuestro masivo de estudiantes en Nigeria lo protagonizó el grupo yihadista Boko Haram en 2014, cuando raptó a 276 niñas del instituto de Chibok, en el noreste del país. De ellas al menos un centenar no han sido aún liberadas.
Sin embargo, la reciente oleada de secuestros no está directamente vinculada al terrorismo yihadista, sino a grupos armados que proliferan en el norte y oeste de Nigeria. Solo en Kaduna en 2020 estas bandas asesinaron a más de 937 personas, secuestraron a 1.972 personas y robaron 7.195 cabezas de ganado, según aseguraron a la agencia France Presse (Afp) las autoridades locales.
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