Comunidades indígenas y organizaciones de la sociedad civil de la Península de Yucatán argumentaron que los censos, entrevistas, inspecciones, revisiones, mantenimiento y construcciones de estructuras ponen en riesgo la salud de la población durante la emergencia sanitaria por Covid-19.
Residentes indígenas y no indígenas de los estados de Campeche, Quintana Roo y Yucatán en conjunto con organizaciones de la sociedad civil solicitaron a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) que les otorgue medidas cautelares y precautorias para que se detengan las obras del Tren Maya durante la emergencia sanitaria por Covid-19.
A través de una queja, que fue ingresada el 6 de mayo ante el organismo autónomo, argumentan que estas actividades entre las que se encuentran licitaciones, encuestas, censos, entrevistas, inspecciones, revisiones, mantenimiento y construcciones de estructuras, no se clasifican como esenciales según el mismo gobierno federal y ponen en peligro la salud, la vida, la integridad personal, y medio ambiente sano.
Las comunidades indígenas y las organizaciones de la sociedad civil enfatizan que la Secretaría de Salud ha declarado una emergencia sanitaria del 30 de marzo al 30 de mayo de 2020, recomendando el confinamiento de las personas y restringiendo la actividad comercial, empresarial y productiva de varios sectores.
“Sin embargo el proyecto del tren en el sureste mexicano no se ha detenido atentando contra la salud y la vida de millares de personas indígenas y no indígenas en la región. Estas actividades de ejecución del nombrado Tren Maya representan un abuso de poder durante la pandemia en detrimento de los derechos humanos de todos los gobernados ya que avanzan mientras que la población sufre de las restricciones impuestas de manera fáctica y legal al derecho al acceso a la información y a la justicia”, expresaron en un comunicado las comunidades indígenas y las organizaciones.
Entre las organizaciones firmantes está la Red de Litigio Estratégico en favor de Comunidades Indígenas y Campesinas de la Península de Yucatán; Indignación, Promoción y Defensa de los Derechos Humanos, A.C; la Red de Productores de Servicios Ambientales “Ya`Ax Sot’ Ot’ Yook’ol Kaab” A.C. y la Asamblea de Defensores del Territorio Maya Múuch’ Xíinbal.
La exigencia de frenar las obras del Tren Maya en Campeche, Quintana Roo y Yucatán se suma a la que hizo el pueblo maya Ch´ol, en Chiapas.
El Juzgado Segundo de Distrito de Amparo y Juicios Federales de Chiapas otorgó la semana pasada un amparo que ordena la interrupción provisional de las obras en los municipios de Palenque, Ocosingo y Salto del Agua para reducir el riesgo ante un posible contagio de coronavirus.
Por su parte, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) informó en su momento, a través de una nota aclaratoria, que no ha sido notificado de manera oficial de ningún amparo por parte de la autoridad judicial pero dijo que los trabajos de obra son de mantenimiento y se llevan a cabo con estricto apego a los protocolos sanitarios.
El primer tramo del Tren Maya, que correrá desde Palenque, Chiapas hasta Escárcega, Campeche, comenzó a construirse desde el 30 de abril.