En una jornada electoral marcada por la expectativa y la tensión, Yamandú Orsi, candidato del Frente Amplio, se alzó con la victoria en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Uruguay, obteniendo el 49.8% de los votos frente al 45.8% de Álvaro Delgado, candidato de la coalición oficialista.
Este resultado se traduce en una diferencia de aproximadamente 95,000 votos en un país con 3.5 millones de habitantes y 2.7 millones de electores. A pesar de las proyecciones iniciales que anticipaban una competencia reñida, Orsi logró consolidar su ventaja a lo largo de la noche electoral.
Daniel Zovatto, politólogo y jurista, destacó en Aristegui en Vivo que esta elección representa un ejemplo de democracia y civilidad. El evento electoral se caracterizó por una alta participación ciudadana del 89.4%, similar a la registrada en la primera vuelta, lo que refleja el compromiso del electorado uruguayo con el proceso democrático.
Zovatto subrayó que Uruguay se distingue por su integridad electoral en un año que ha visto 73 procesos electorales a nivel global, muchos de ellos con serias irregularidades y manipulaciones. En contraste, el politólogo consideró que el proceso electoral uruguayo es una “bocanada de aire fresco” en medio de un contexto geopolítico complejo y tenso. La Corte Electoral uruguaya, que cumple este año 100 años desde su establecimiento en 1925, ha sido fundamental para garantizar la transparencia y credibilidad del proceso electoral.
El nuevo presidente, quien asumirá en marzo de 2025, enfrenta importantes desafíos como la creciente desigualdad y el aumento de la pobreza infantil. Según Zovatto, el 70% de los hogares pobres están liderados por mujeres, lo que indica que la pobreza se ha feminizado e infantilizado en el país.
Además, Zovatto mencionó que el principal tema de preocupación para los uruguayos es la inseguridad, especialmente el avance del crimen organizado. También resaltó la necesidad urgente de mejorar la calidad de la educación y disminuir la desigualdad social. En este sentido, Orsi ha expresado su compromiso con políticas de Estado que requieran un esfuerzo conjunto entre todas las fuerzas políticas para avanzar hacia un Uruguay más inclusivo y seguro.
Este proceso electoral no solo marca el cierre del superciclo electoral iniciado en 2021, sino que también celebra 40 años desde el regreso de Uruguay a la democracia tras años de dictadura. La primera elección democrática tras este periodo se llevó a cabo el 25 de noviembre de 1984 y fue ganada por Julio María Sanguinetti.
Desde entonces, Uruguay ha celebrado nueve elecciones presidenciales, cada una considerada un ejemplo en términos de integridad electoral y participación ciudadana.
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