Las autoridades tailandesas se encuentran desbordadas ante la contaminación del aire en Bangkok, su capital, donde este jueves se repitieron los niveles de insalubridad que persisten desde hace semanas debido a los gases tóxicos.
“No sé qué hacer”, reconoció el gobernador de Bangkok, Aswin Kwanmuang, tras supervisar el riego de agua mediante cañones y drones con la intención de rebajar los niveles de partículas contaminantes en la atmósfera.
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“A todos los expertos, por favor hablen conmigo. Aconséjenme”, pidió Aswin, según el portal Khaosod.
El gobernador se reunió con expertos de distintas áreas para consultar posibles soluciones a la niebla tóxica que cubre la capital y que el miércoles motivó el cierre de las 437 escuelas públicas hasta el próximo lunes.
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Durante la reunión, el profesor del Departamento de Química de la Universidad Kasetsart de Bangkok, Weerachai Phutdhawong, sugirió la construcción de un gran filtro de aire en Bangkok similar al que existen en algunas ciudades chinas y en Taiwán.
Sin embargo, advirtió de que su construcción requiere tiempo y una inversión de unos unos $1.92 millones.
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El gobierno tailandés baraja medidas como la reducción de la actividad industrial y la limitación de la circulación de vehículos en la capital, así como controles más estrictos de las fábricas y de la quema de rastrojos en las explotaciones agrícolas.
Los niveles de contaminación media llegaron este jueves en Bangkok a 169 puntos (nivel insalubre) en el índice de calidad del aire (ICA), según Air Visual, empresa que mide la polución del aire en todo el mundo.
Los niveles de PM2.5 (partículas de 2.5 micras o menos de diámetro) alcanzaron un pico de 90.4 microgramos por metro cúbico (µg/m3), más del doble de lo que recomiendan las autoridades tailandesas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) desaconseja la exposición durante más de 24 horas a concentraciones superiores a 25 µg/m3 de este tipo de partículas ante el riesgo de enfermedades respiratorias, cardiovasculares y cáncer.
La estación seca (entre octubre y abril) agudiza la severidad de la nube tóxica que las autoridades atribuyen al intenso tráfico, la construcción, la actividad industrial y los incendios provocados por el sector agrícola.
Las autoridades se enfrentan a crecientes críticas por su gestión de la contaminación que han intentado combatir con sistemas de dudosa eficacia como el rociado del aire con cañones de agua.
El ministerio de Salud Pública llamó además a la población a quemar varillas de incienso más cortas y a evitar la quema de ofrendas de papel durante la celebración del Nuevo Año Chino el próximo 5 de febrero.
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