El gobierno de Nicolás Maduro ordenó este jueves suspensión de la jornada laboral tanto en el sector público como privado y de las clases escolares, como consecuencia del apagón que afecta al menos 20 estados del país y a la capital desde hace horas.
Estas medidas fueron anunciadas por la vicepresidenta Delcy Rodríguez, en una intervención de hace más de cuatro horas a la que le ha seguido el silencio del chavismo frente a la crisis.
Por su parte, el presidente interino, Juan Guaidó, realizó esta mañana un recorrido por Caracas y dijo en su cuenta de Twitter que la única solución para la crisis “es que cese al usurpación” y responsabilizó al gobierno por la situación de la infraestuctura eléctrica, vinculandola a la corrupción.
El líder opositor llamó a nuevas manifestaciones para este sábado, a pesar de la dificultad de las comunicaciones.
Se trata del apagón más prolongado que haya sufrido el país petrolero. Ya se reportan cifras extraoficiales de muertos en hospitales y clínicas a causa de la falta de electricidad.
Maduro responsabilizó al “imperialismo estadounidense” de la masiva falla eléctrica y la vicepresidenta Delcy Rodríguez dijo que se trata de un “sabotaje” organizado por la oposición extremista venezolana “en complicidad con poderes imperiales”.
El apagón ocurrió cerca de las 4:50 p.m. hora local, y fue reportado al instante por usurarios de las redes sociales de las regiones de Carabobo, Miranda, Barquisimeto, Táchira, Cojedes, Mérida, Barinas, Vargas, Nueva Esparta, Aragua y Zulia.
En Caracas el servicio del Metro, vital en la movilización de pasajeros ante el colapso del transporte público, suspendió sus actividades por causa de la falla, lo que obligó a miles de personas a caminar largos trayectos para llegar a sus destinos.
Los servicios de datos y voz de las compañías telefónicas que operan en Venezuela también se vieron afectados.
La Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) reaccionó de manera inmediata al apagón y señaló en Twitter que la generación fue saboteada en la instalación de Guri, la más importante del todo el sistema.
“Esto es parte de la guerra eléctrica contra el Estado. ¡No lo permitiremos! Estamos trabajando para recuperar el servicio”, añadió la estatal.
Y minutos después el ministro del área, Luis Motta Domínguez, aseveró en un contacto con la televisión estatal VTV que el corte se debe a un sabotaje y estimó en unas 3 horas el tiempo de reposición del servicio, momento del que ya han pasado más de 10 y continúan los problemas eléctricos.
A principios de febrero el Gobierno venezolano denunció dos presuntos ataques contra centrales eléctricas, lo que dejó entonces sin el servicio a parte de los estados de Miranda y Anzoátegui.
Mientras que el pasado enero, el ministro Motta Domínguez informó que una persona y otras tres resultaron heridas tras un “intento de sabotaje” a la instalación Planta Centro, que surte de energía al occidente del país y a la refinería El Palito, una de las más importantes de la nación caribeña.
En Venezuela son frecuentes las fallas del servicio eléctrico, que controla el Estado a través de Corpoelec. Aunque el Gobierno de Nicolás Maduro señala a presuntos sabotajes por los cortes, la oposición y expertos indican que la desinversión y la mala gestión son las verdaderas causas de la crisis eléctrica que atraviesa Venezuela, uno de los países con las mayores reservas de petróleo del planeta.
El colapso del sector eléctrica ya se mide incluso en vidas, según anunciaron los médicos del país que aseguraron hace semanas que cerca de una centena de personas ha fallecido como consecuencia de fallas del servicio en los hospitales.