El apagón que se produjo el jueves en varias regiones de Venezuela llegó este domingo a su tercer día en medio de un clima de caos, debido a que las comunicaciones, el suministro de agua, el transporte y los comercios se han visto afectados, pero el Gobierno de Nicolás Maduro ha pedido calma.
El presidente interino Juan Guaidó reportó este domingo 17 muertos confirmados producto de la falta del servicio eléctrico, cifra que asciende ahora a 21, entre ellos varios recién nacidos, según un informe del diputado José Manuel Olivares.
Aunque la noche de este domingo se informó del retorno intermitente de la energía eléctrica en la mayoría de las zonas de Caracas, la mitad del país seguía sin servicio eléctrico, por lo que se suspendieron las clases y la jornada laboral para este lunes.
Sin embargo, el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, pidió este domingo mantener la “calma” y no caer en la “violencia”.
“Afortunadamente no hay nada que reportar de importancia al país. El pueblo ha dado demostraciones feacientes fieles de una conducta de resistencia”, dijo en una declaración.
El funcionario dijo que el gobierno está trabajando para restablecer el Sistema Eléctrico Nacional, pero advirtió que “falta mucho por hacer porque el ataque fue certero”.
Mientras los venezolanos intentan abastecerse de agua y alimentos realizando largos recorridos por la ciudad, esperanzados en conseguir algún comercio con sus puertas abiertas, mientras algunos hospitales se ven obligados a tratar a pacientes sin electricidad.
Venezuela enfrenta desde la tarde del jueves el peor apagón de su historia que Maduro atribuye a cinco ataques eléctricos, cibernéticos y “electromagnéticos”, supuestamente orquestados por Estados Unidos.
Tras una noche de choques entre manifestantes y los cuerpos de seguridad y un apagón nacional que suma casi 80 horas en muchas regiones, Caracas amaneció el domingo con restos quemados de improvisadas barricadas en las principales avenidas.
Varios sectores de la capital y otros 22 estados del país, cerca del mediodía del domingo, aún se mantenían sin luz. La falla además afectó el suministro de agua y provocó cortes en internet e incluso en los servicios de telefonía fija que habitualmente siguen operativos luego de los cortes eléctricos.
El presidente interino Juan Guaidó dijo que hasta el momento “hay 17 muertos confirmados en hospitales, 15 de ellos en Maturín” y anunció que solicitará a los diputados decretar “estado de emergencia” para hacer frente a la “catástrofe”.
“¿Cómo es posible que a esta hora no haya un reporte de lo que ocurre en el Guri? Ya basta (Maduro) de esconderte detrás de un psiquiatra”, dijo en referencia a los partes que ha ofrecido el ministro de Información, Jorge Rodríguez, desde la falla masiva del jueves.
El líder opositor señaló en una rueda de prensa que el Parlamento “sesionará de emergencia (el lunes) para evaluar (decretar) el estado de alarma nacional y tomar las acciones” correspondientes.
“Vamos a solicitar al Parlamento (que decrete la emergencia), debemos atender de inmediato”, insistió sin aclarar qué potestades podría obtener el Gobierno interino que dice presidir si fuera aprobado este decreto.
Guaidó señaló que la oposición mantiene “conversaciones” con una empresa alemana con capacidad para proveer de manera inmediata plantas eléctricas y otros insumos necesarios estabilizar el sistema.
La mayor parte de Venezuela permanece sin electricidad desde el pasado jueves a las 5:00 p.m. hora local, cuando se produjo una falla en la central hidroeléctrica de Guri, la más importante del país y que abastece del servicio a cerca de 70 % del territorio. Los problemas de abastecimiento también se profundizan con el paso de las horas.
“Esta mañana salí a aventurar, apenas me dijeron que llegó la luz esta mañana en el este (de Caracas) salí a ver si podía comprar agua, comida; pero llevo dos horas dando vueltas y la mayoría (de los comercios) no abrieron y los pocos que abrieron solo aceptan efectivo o dólares, que no tengo”, dijo Alexis Reynoso, un obrero de 46 años, resaltando que los bancos sólo permiten retiros menores a 1.000 bolívares en efectivo cuando un galón de agua cuesta más de 10.000 bolívares. Los puntos para tarjetas de debido y de crédito no funcionan por el apagón.