El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, se expresó el viernes sobre la amenaza del presidente Donald Trump de retener la vacuna contra el coronavirus para los neoyorquinos. Cuomo se refirió al mandatario como “incompetente, delirante y vengativo”.
“El presidente perdió el estado de Nueva York en las elecciones por un gran margen. Hay fiscales de Nueva York que están investigando al presidente por fraude tributario”, dijo Cuomo a Katy Tur de MSNBC. “Este es su problema. Es su problema de credibilidad. Es el temor de que politizó el proceso de salud de esta nación, que es un temor bien fundado”.
Estas declaraciones se dan solo horas después de que el presidente Trump dijera en una rueda de prensa desde la Casa Blanca que millones de dosis de la vacuna contra el COVID-19 estarían listan para distribuir en la próximas semanas en todo el país, a excepción de Nueva York.
“Tendrá que avisarnos cuando esté listo porque, de lo contrario, no podemos entregar (la vacuna) a un estado que no se la entregará a su gente de inmediato”, dijo el mandatario.
“Tan pronto como en abril, la vacuna estará disponible para toda la población en general, con la excepción de lugares como el estado de Nueva York donde, por razones políticas, el gobernador decidió decir: no creo que sea bueno políticamente, creo que es muy malo desde el punto de vista de la salud, quiere tomarse su tiempo con la vacuna”, dijo Trump en sus primeras declaraciones públicas desde su proyectada derrota. “No confía en el origen de la vacuna”.
Más del 50% de los estadounidenses en varias encuestas dijeron que les preocupa la eficacia de una vacuna que se ha producido de forma apresurada bajo la administración de Trump, que según Cuomo, ha intimidado a los científicos y otros funcionarios de salud pública.
“¿Quién va a poner una aguja en su brazo si no confía en el proceso de aprobación de la vacuna?”, dijo Cuomo en entrevista con CNN.
Nueva York, junto con California, Nevada, Oregón y Washington, crearon paneles independientes para revisar el protocolo de la FDA.
Pfizer dice que los primeros datos indican que su vacuna es eficaz contra COVID-19; en camino de buscar la revisión de Estados Unidos a finales de este mes.
“Estamos listos para distribuirla [la vacuna]”, dijo en CNN. “El único problema podría ser si un panel científico de mi estado o de uno de los otros estados revisara el proceso de aprobación de la FDA y revelara que algo anda mal”.
Pese a que los gobernadores de otros estados tienen dudas sobre qué tan segura es la vacuna para sus residentes, Trump centró sus ataques en Cuomo durante la conferencia de prensa en la Casa Blanca el viernes.
Cuomo, un amigo personal del presidente electo Joe Biden, es un férreo crítico de Trump. El gobernador afirmó que el presidente desembocó sus críticas en él debido a disputas personales y políticas durante los últimos cuatro años, como desacuerdos sobre la política de inmigración y la negativa del Gobierno federal a financiar proyectos de infraestructura muy necesarios en la región.
El gobernador dijo que frente a una ayuda federal insuficiente, el gobierno debía decidir entonces quién debía morir y quién no.
“Ese ha sido su modus operandi”, dijo Cuomo. “Todo es personal con este presidente (…) Utiliza al Gobierno como herramienta de represalia. Eso es lo que hace”, expresó.
Cuomo descartó la participación de Trump en la distribución de una vacuna, que es poco probable que esté disponible antes de la investidura de Biden el 20 de enero.
“El Gobierno federal ha sido muy corto en detalles sobre el COVID-19 y, francamente, ha sido incompetente en la administración”, dijo Cuomo en MSNBC. “[La amenaza de Trump] es irrelevante porque creo que [la distribución de la vacuna] recaerá en la administración de Joe Biden”.