La Fórmula 1 está repleta de agoreros que siempre encuentran motivos para criticar cualquier cambio que se aplique al reglamento, mucho más si se trata de un experimento como el que se lleva a cabo este fin de semana, durante el Gran Premio de Gran Bretaña. Esta vez no les será fácil encontrarle los tres pies al gato, dado que la primera carrera al sprint de la historia del campeonato, celebrada este sábado en Silverstone, cumplió con el objetivo que animó a los promotores del certamen a jugársela.
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La dinámica de este nuevo formato de fin de semana, que también se aplicará en Monza y en Interlagos, reprograma al viernes la cronometrada. El resultado recoloca la parrilla de esta nueva prueba corta, de solo cien kilómetros (17 vueltas en este caso), sin visitas al taller, y que premia a los tres primeros con tres puntos (ganador), dos (el segundo) y uno (el tercero). Al mismo tiempo, el orden de llegada determina el de salida de la prueba convencional, la del domingo (16.00, Movistar Fórmula 1, Dazn). Una buena sacudida que en su estreno tuvo a dos protagonistas: Max Verstappen y Fernando Alonso.
El holandés de Red Bull pilló a trasmano a Lewis Hamilton en el momento de la arrancada y media hora después cruzó la meta el primero, circunstancia que le otorgó la quinta pole del curso y la cuarta consecutiva. A pesar de lo rápido que pasó, las hechuras de este sprint son las de una carrera de las de antes, de esas en las que se especulaba menos, algo que muchos llevan tiempo pidiendo a gritos.
Verstappen adelantó al actual campeón, con quien compartirá la primera fila, pero es que Alonso se zampó a seis rivales en una sola vuelta, la primera, en la que pasó de la undécima plaza a la quinta, antes de ser superado por los dos McLaren y terminar el séptimo. Alpine arriesgó al colocarle al asturiano la especificación de gomas más blanda, circunstancia que le dio un plus al apagarse los semáforos pero que, en contrapartida, le hizo sufrir en los últimos giros, en los que prácticamente se quedó sin gomas para defenderse.
“Para vosotros fue un sprint pero para mí, un maratón. No se acababa nunca” comentó Alonso, todavía con los niveles de adrenalina disparados, a los pocos minutos de bajarse del coche. “En una cronometrada normal saldría undécimo y lo haré el séptimo, así que es para estar satisfecho”, añadió el ovetense, que este sábado sacó petróleo, pero que en carrera sufrirá para mantener una posición que no se corresponde con el potencial del coche que conduce. También lo hará Carlos Sainz después de sufrir un roce con George Russell en los primeros metros, y de verse en las catacumbas del pelotón, obligado a culebrear hasta concluir el undécimo.
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