En el pasado GP de Gran Bretaña, Sebastian Vettel no se cortaba un pelo al decir que por mucho que intentara mejorar el rendimiento de su Ferrari, era “como darse contra una pared”. Un día después, criticaba sin tapujos la estrategia de carrera de sus ingenieros en Ferrari, primero por radio, y luego ante la prensa, consciente de lo mucho que escuece en Maranello que alguien hable mal del equipo de forma pública.
Pero la cosa no se quedó ahí. Este fin de semana, en el GP de España celebrado en el Circuit de Barcelona-Catalunya, el piloto alemán volvió a actuar de una forma muy parecida. Primero, lo hizo en carrera, supuestamente, por un malentendido con sus ingenieros. Las gomas en el Circuit sufrían la degradación del fuerte calor de un día de agosto, y Sebastian tras realizar su primera parada y poner el blando, recibió la orden de tirar, por lo que podía esperar que realizaría otro ‘pit stop’ más. Pero de repente, por radio se comprendió que sus ingenieros y el piloto no iban al unísono. “¿Crees que podemos llegar con estas gomas hasta el final?”, le preguntaron por radio. “Joder. ¡Eso es lo que os he preguntado antes!”, exclamó el alemán, que no contento con ello, reveló lo sucedido ante la prensa. “Hemos sido séptimos por llegar con los neumáticos hasta el final, pero siendo realistas nuestra actuación ha sido para terminar décimos”, dijo.
“Mi opinión ya no es importante, el coche es el que es y tenemos que aguantar. Poco podemos hacer para cambiar las cosas. Hay demasiados altibajos”, expresó un Seb que rápidamente obtuvo respuesta de su jefe, Mattia Binotto.
“Su respuesta concuerda con su decepción por no ser capaz de seguir con el equipo el año que viene. Creo que se refiere a que no es su trabajo dar consejos sobre el futuro. Dicho esto, estamos trabajando bien con él”, apuntó Mattia, quien además aseguró que el equipo prefiere que sus pilotos e ingenieros se comuniquen por radio abiertamente mientras otros conjuntos prefieren esconder información
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