El funcionario revela que el gobierno busca “regular y, en su caso prohibir, toda la batería de elementos que conforman un sistema alimentario perverso”.
Luego de la aparición de un audio en el que se le escucha hacer críticas a la “cuarta transformación”, el secretario del Medio Ambiente, Víctor Toledo, acusó una campaña de desprestigio contra su dependencia, derivado del intento por prohibir el glifosato, un herbicida desarrollado para eliminación de hierbas y de arbustos.
En un artículo en La Jornada, titulado “Más allá del espionaje: la operación glifosato”, también aseveró que una “enorme campaña de difamación y desprestigio se orquestó en los últimos meses contra el gobierno de la 4T porque éste decidió (el Presidente y un amplio sector de su gabinete) enfrentar de lleno un asunto urgente y vital: la salud de los mexicanos y su relación con la alimentación y el ambiente”.
El funcionario defendió el gobierno de la 4T, que aseguró “debe remontar este país injusto, desigual, enfermo, corrupto, patriarcal y con un entorno devastado y una naturaleza dilapidada”.
Aclaró que “el gobierno de la 4T no es un gobierno anticapitalista, sino antineoliberal. Reconocer esta distinción es clave. No busca abolir o eliminar las empresas privadas ni busca la estatización total de la economía, sino algo más elemental: la regulación o sujeción del interés privado a los intereses de la sociedad”.
Apuntó que “resulta obvio que urge modificar el sistema alimentario de México, en la producción, transformación, transporte y consumo. Para ello, encabezados por la Semarnat, la Ssa y el Conacyt, se fue construyendo y madurando una iniciativa novedosa que cristalizó en un programa especial que hoy aglutina ocho secretarías de Estado y otras cinco dependencias, y que el Presidente respaldó e hizo oficial”.
“Este programa va con todo para regular y, en su caso prohibir, toda la batería de elementos que conforman un sistema alimentario perverso: herbicidas, fungicidas, insecticidas, cultivos transgénicos, granjas porcícolas y avícolas, comida chatarra, refrescos y bebidas azucaradas, monopolios de comercialización, campañas publicitarias falsas, etcétera”, reveló.
Dicho programa comenzó con dos acciones: “la regulación y prohibición gradual del glifosato y otros 80 plaguicidas, y un etiquetado más riguroso que entrará en vigor en octubre próximo”.
“A lo anterior, el Presidente de México agregó el 27 de julio, un decreto con tres mandatos: a) la prohibición inmediata del uso del glifosato en todas las dependencias del gobierno y su gradual supresión hasta su eliminación total en 2024; b) la prohibición al cultivo del maíz transgénico en todo el territorio nacional, y c) la designación del Conacyt como entidad encargada de documentar alternativas tecnológicas para sustituir al plaguicida”, expuso Toledo.
Esto último lo calificó Toledo como “la gota que derramó el vaso”, la cual “dio lugar a la operación glifosato surgida de las entrañas de los gigantes agroalimentarios y de agroquímicos, en combinación con empresas nacionales afectadas, encabezadas por el Consejo Nacional Agropecuario, brazo político de los grandes empresarios agrícolas y ganaderos, y con la complicidad de tres funcionarios del gabinete”.
Dicha operación, sostuvo, “incluyó ataques directos en eventos públicos, difusión de videos, y la filtración ilegal de un audio. Su objetivo: evitar a toda costa ese decreto, subiendo otro apócrifo, y desatando una campaña de desprestigio contra la Semarnat”.
“La gran batalla es hoy ¿soberanía alimentaria mediante sistemas agroindustriales (agronegocios) o por sistemas agroecológicos con producción sana de alimentos sanos? ¿O con la vida o contra ella? Sabemos que los mexicanos están con nosotros”, remató.