Victoria Esperanza Salazar Arriaza, la migrante salvadoreña asesinada el sábado por policías en Tulum, deja en la orfandad a dos menores de edad, de 15 y 16 años, expresó Rosibel Arriaza a la prensa salvadoreña.
La madre de Victoria dijo a los reporteros que se siente indignada, impotente, frustrada; que hubiera querido estar junto a su hija y que ahora lo que necesita es ayuda para llegar a México para consolar a sus nietas.
“Se supone que las autoridades están para proteger a los seres humanos, con todas sus técnicas que les dan para tratar de someter a alguien, pero ese fue un abuso de autoridad”, dijo. “No merecía esa muerte”.
Ahora la mujer pide justicia para su hija, castigo para los cuatro cuatro policías mexicanos.
“Aunque sé que mi hija ya no volverá a la vida, eso lo sé, pero sí que en lo moral y emocional yo estaría satisfecha que esos señores pagaran”, declaró frente a reporteros salvadoreños.
La madre dijo que ya había reconocido el cadáver de su hija Victoria mediante fotos que enviaron de México; confía en que será hará justicia, que será en forma rápida porque el presidente Nayib Bukele también se ha pronunciado.
“El presidente se pronunció el día de ayer por esa forma tan inhumana que trataron a mi hija”, expresó.
También está recibiendo apoyo de derechos humanos de su país y de la cancillería.
“Nosotros nos encargaremos de la manutención y estudios de las dos hijas de Victoria y de todo lo que necesiten. Solo pedimos justicia”, aseguró Bukele, presidente salvadoreño.
La Fiscalía General del Estado de Quintana Roo informó que la tarde del sábado la mujer de 36 años perdió la vida durante la detención por parte de elementos de la policía municipal de Tulum.
Según el Servicio Médico Forense de la Fiscalía General del Estado, después de cumplir con el protocolo médico legal y la práctica de la necropsia a la víctima antes mencionada, concluyeron que se identificó una fractura en la parte superior de la columna vertebral producida por la ruptura de la primera y segunda vértebra, lo que provocó la pérdida de la vida de la víctima.
Las lesiones referidas, de acuerdo con los dictámenes en materia de criminalística, medicina forense y al material videográfico, que forman parte de la carpeta de investigación, son compatibles y coinciden con las maniobras de sometimiento que se le aplicaron a la víctima durante el proceso de su detención y antes de fallecer.
El Ministerio Público ejerció la acción penal en contra de los cuatro policías municipales, una mujer y tres hombres, por su probable participación en hechos señalados por la ley como feminicidio.
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