ROMA, Italia – Las autoridades italianas confiscaron el yate a vela más grande del mundo, propiedad del magnate ruso Andrey Melnichenko, cuando se encontraba atracado en el puerto de la ciudad de Trieste, informaron el sábado fuentes gubernamentales.
Melnichenko, uno de los hombres más ricos de Rusia, fundador del banco MDB y con inversiones en el sector petroquímico, figura en la lista de oligarcas a sancionar de la Unión Europea (UE) por la invasión de Ucrania lanzada por el régimen de Vladimir Putin.
El “megayate”, incautado la noche del viernes por agentes de la Guardia de Finanza (policía fiscal y de fronteras), tiene un valor estimado en $583 millones, según las fuentes.
El gobierno italiano de Mario Draghi sigue incautando los bienes de los oligarcas rusos en el país, después de que el 5 de marzo bloqueara 150 millones de euros en activos bloqueando yates y villas.
Entre estos estaba el megayate “Lady M”, amarrado en Imperia, en la costa ligur, en el noroeste de Italia y perteneciente a Alexei Mordashov, presidente del conglomerado metalúrgico y energético Severstal y que cuenta con un tercio de las acciones de la agencia de viajes TUI, la mayor del mundo.
Posteriormente también se dictó y ejecutó otra orden contra el yate “Lena”, de Gennady Timchenko, situado en el puerto de San Remo, con un valor estimado de aproximadamente en $55 millones, según las mismas fuentes.
El panorama no es nada alentador: los precios de la gasolina seguirán subiendo.
Así como una suntuosa mansión del siglo XVII, la villa Lazzareschi, situada en las colinas de Capannori, cerca de Lucca (Toscana, centro) y que fue adquirida en 2018 por $3.3 millones por el empresario ruso Oleg Savchenko.
La nave requisada ahora, la de Melnichenko, nacido en la Bielorrusia soviética, es el yate a vela más grande del planeta y fue bautizado como “SY A” (Sea Yacht Aleksandra), en honor a su esposa, la modelo Aleksandra Kokotovic.
De estilo moderno, de 390 pies de eslora, fue diseñado por el arquitecto Philippe Starck y construido en el astillero alemán Blohm+Voss hasta su entrega al empresario en 2008.
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