Rubén López soñaba con ser un militar duro y valiente, “un guerrero, como en las películas”. Por eso eligió una de las unidades más exigentes. A los 17 años entró en la Brigada de Paracaidistas. Alexander García buscó en el Ejército la familia que nunca tuvo, y la encontró. Con 20 años ingresó en el Regimiento Soria número 9 de Fuerteventura. Eran jóvenes, vocacionales y soñaban con participar en una misión de paz, “porque para eso nos entrenaban en el cuartel”. Su paso por Afganistán les cambió la vida por completo. Los dos militares españoles sufrieron distintos atentados, en 2007 y 2009, al paso de sus vehículos blindados cuando hacían labores de reconocimiento. Sus compañeros fallecieron y ellos resultaron gravemente heridos. Volver a la vida civil no fue fácil, renunciar a su vocación militar tampoco. Hoy 12 de octubre, día de la Fiesta Nacional, vuelve el desfile militar a las calles de Madrid y el homenaje a los que lucharon y dieron su vida por España, como Alexander y Rubén. Una historia de superación y de segundas oportunidades que puede descubrir en Heridas de una guerra, el videorreportaje que acompaña esta noticia.
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