“De todas las imágenes que deja la guerra, hay una que se queda clavada en la retina y se repite una y otra vez en el cerebro: la de los niños a los que sus padres suben a un tren con destino a la frontera”, reflexiona la periodista de EL PAÍS Margaryta Yakovenko en este vídeo. Son las víctimas más vulnerables del conflicto entre Ucrania y Rusia, que comenzó hace ya 20 días , y se han visto obligadas a separarse de sus familias o a renunciar a lo único que había ocupado su tiempo hasta entonces: disfrutar de la infancia.
Los cálculos de UNICEF, la agencia de la ONU para la infancia, cifran en 7,5 millones los niños y niñas en Ucrania que se han quedado atrapados en medio del conflicto y que requieren ayuda y protección urgente. De los más de dos millones de desplazamiento que ya ha provocado el conflicto, más de la mitad son menores, de acuerdo con la institución.
Este lunes, el organismo de Naciones Unidas ha elaborado una breve guía explicando las diferentes maneras de ayudar. La Unión Europea, de forma inédita y con la intención de ayudar a las familias que han conseguido huir del país, ha activado la directiva de 2001 que permite a los Estados miembro acoger a un número ilimitado de refugiados procedentes de Ucrania, a los que se garantiza protección y permiso de trabajo. Pensando en los que se han quedado allí, sin embargo, UNICEF recomienda canalizar la ayuda a través de donaciones económicas que permitan hacerles llegar los suministros necesarios.
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