La guerra en Ucrania ha golpeado el panorama político occidental y ha puesto a prueba los modelos informativos actuales. El mundo digital, internet, las redes sociales… Son variables sin precedentes en la cobertura de un conflicto armado en suelo europeo. ¿Cómo está afectando a la cobertura de la información? ¿Su contribución es positiva o negativa? El periodista de EL PAÍS Óscar Gutiérrez Garrido, especializado en conflictos, profundiza en los cambios que se han producido con la aparición de estas nuevas herramientas para el mundo periodístico. La rapidez informativa permite hacer un seguimiento mucho más rápido y actualizado de los hechos. ¿Hasta qué punto esto beneficia a los lectores? La guerra de Ucrania ha dejado episodios espeluznantes como la matanza de civiles en la ciudad de Bucha. Muchos de los vídeos se viralizaron, precisamente, gracias a las redes sociales. Además, dichas imágenes han podido ser verificadas por distintos medios de comunicación con imágenes satelitales.
Además, surge un dilema respecto a los valores informativos en base a la Convención de Ginebra: ¿Cuál es el límite de la información? ¿Hasta dónde debe o puede llegar un periodista? El uso de la información en guerra también conlleva una responsabilidad específica para el profesional en el tratamiento periodístico de los protagonistas. ¿Qué establece la Convención de Ginebra al respecto? ¿A quién protege? ¿Qué imágenes no se pueden mostrar? ¿Qué está prohibido hacer público? Estos tratados internacionales marcan ciertos límites para los periodistas a la hora de cubrir un conflicto bélico. ¿Cómo afectan estas leyes de la guerra a los civiles que la sufren? Gutiérrez responde a todas estas preguntas en este vídeo y desmenuza las claves de la labor informativa en una guerra que se ha producido en pleno siglo XXI, con todas las posibilidades tecnológicas a disposición de los ciudadanos.
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