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Vietnam decreta un confinamiento total en Ciudad Ho Chi Minh para contener el avance de la variante delta

Soldados vietnamitas reparten comida a vecinos de Ciudad Ho Chi Minh, en Vietnam, este martes.
Soldados vietnamitas reparten comida a vecinos de Ciudad Ho Chi Minh, en Vietnam, este martes.STRINGER / Reuters

Pocos países en el mundo podían presumir de no haber contabilizado ni una muerte por covid-19 hasta agosto del año pasado, y todavía menos bajaban de la veintena de contagios diarios en más de un año. Vietnam, sí. Sin embargo, la variante delta del virus está haciendo tambalear esos éxitos iniciales. El Gobierno vietnamita ha desplegado esta semana al Ejército en las calles de Ciudad Ho Chi Minh —al sur del país— para obligar a los ciudadanos a cumplir el estricto confinamiento decretado en la capital financiera de la nación, convertida en el epicentro del peor brote de covid-19 en lo que va de pandemia. Los residentes no pueden salir de sus casas ni para comprar comida y es el Ejército el encargado de repartir víveres. Vietnam, que a finales de abril no había rebasado la barrera de los 3.000 contagios en todo el país, suma ahora más de 358.000 casos y supera las 8.600 muertes.

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Al igual que ha ocurrido en otras partes de la región, desde principios de verano la incidencia por coronavirus se ha disparado en este país del sureste asiático de unos 98 millones de habitantes. Tras un mes en el que la cifra de nuevas infecciones y decesos crece a un ritmo vertiginoso, el pasado viernes el Gobierno anunció que desde este lunes se iniciará un aislamiento draconiano en Ciudad Ho Chi Minh, que se extenderá durante dos semanas.

Los residentes de la antigua Saigón y las provincias industriales que la rodean tienen prohibido abandonar sus casas, incluso para comprar comida. “La población debe quedarse quieta, completamente aislada, cada casa, cada comunidad”, anunciaba el primer ministro vietnamita, Pham Minh Chinh, después de que el Partido Comunista anunciase la destitución de Nguyen Thanh Phong como jefe del Comité Popular de Ciudad Ho Chi Minh (el Ayuntamiento de la ciudad).

Las medidas para frenar la propagación del virus se iniciaron el pasado junio, cuando se restringió la movilidad de la ciudadanía y no se permitían las reuniones de más de dos personas en lugares públicos. Los residentes tan solo podían abandonar sus hogares para adquirir artículos de primera necesidad o ir a trabajar si se trataba de oficios esenciales. Ahora, aquellos que habitan en áreas de alto riesgo tienen totalmente prohibido abandonar sus viviendas.

Las imágenes de supermercados atestados de gente intentando obtener víveres no tardaron en inundar las redes sociales tras el anuncio del nuevo confinamiento, y los mensajes de pánico y confusión han estado muy presentes durante el fin de semana. Desde el lunes, con el fin de calmar a la población, los medios estatales han emitido vídeos del Ejército entregando comida a los residentes de la ciudad, así como de soldados armados revisando la documentación de los residentes en algunos puntos de control.

“La ciudad está preparada para adoptar medidas que permitan proporcionar comida y bienes esenciales a los residentes”, ha afirmado Phan Van Mai, director adjunto del grupo de trabajo contra el nuevo coronavirus de Ciudad Ho Chi Minh. Por su parte, el Gobierno ha anunciado que se enviarán 130.000 toneladas de arroz de las reservas nacionales a la antigua Saigón y otras 23 ciudades y provincias. Según informa Reuters este martes, los militares han entregado a los residentes de los distritos de Phu Nhuan y Go Vap paquetes de arroz, carne, pescado y verduras.

14.600 sanitarios desplazados

Con el fin de evitar el colapso del sistema sanitario, se ha pedido a los pacientes asintomáticos o con síntomas leves que se aíslen en sus casas. En las últimas semanas, más de 14.600 trabajadores sanitarios se han desplazado hasta la ciudad y las provincias vecinas. Según cifras oficiales, solo en Ciudad Ho Chi Minh se han registrado más de 180.000 infecciones (la mitad del total nacional) y 7.010 decesos, alrededor del 80% de los contabilizados en la nación. El rebrote en esta zona industrial se achaca al lento ritmo de vacunación en el país: a pesar de contar con 23 millones de inyecciones, tan solo el 1,8% de sus casi 98 millones de habitantes ha recibido las dos dosis de la vacuna.

El lunes el Gobierno informó de que Vietnam había recibido dos envíos de 501.600 dosis de AstraZeneca procedentes de Polonia y una donación de 200.000 unidades de la vacuna china Sinopharm. Este martes, el ministro de Salud vietnamita informaba en un comunicado de que “Cuba enviará un gran lote de su vacuna local contra la covid-19, además de un equipo para apoyar la transferencia de tecnología de producción para finales de este año”, aunque no ha especificado la cantidad. La nación caribeña informó en junio que su vacuna Abdala, de tres dosis, es efectiva en un 92,28% de los casos en la última fase de los ensayos clínicos. Vietnam se encuentra, además, en negociaciones con la estadounidense Pfizer para crear una planta de producción en el país.


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