NGHE AN, Vietnam – Los primeros 16 cuerpos de los 39 vietnamitas fallecidos en un camión frigorífico en Inglaterra el mes pasado llegaron este miércoles a Vietnam y comenzaron a ser devueltos a sus familiares, entre fuertes medidas de seguridad y con el máximo secretismo de las autoridades.
El avión de la compañía Vietnam Airlines que transportaba los ataúdes aterrizó en el aeropuerto Noi Bai de Hanói a las 5:00 am hora local, según indicaron a Efe fuentes aeroportuarias.
Los féretros fueron cargados en la propia pista en 16 ambulancias que partieron hacia las provincias de Nghe An, Ha Tinh y Quang Binh, al sur de Hanói, donde las autoridades locales retuvieron a los periodistas de medios extranjeros que trataban de acceder a los pueblos afectados y ordenaron a los familiares que no se movieran de sus casas hasta ser avisados.
Según indicó a Efe/Epa un testigo en la aldea de Dien Chau, de la provincia de Nghe An, a 200 millas al sur de Hanói, donde fueron repatriados siete de los cadáveres, esta exigencia no fue seguida por algunos familiares, que aguardaron junto a decenas de vecinos desde primera hora de la mañana en la carretera que lleva al pueblo.
Al ver llegar los primeros vehículos poco antes de las 12 del mediodía hora local, muchos de ellos rompieron a llorar, emocionados tras un mes en el que fueron pasando de la incertidumbre inicial a la angustia y el duelo.
“Desde hace más de un mes estoy muy triste, apenas he podido comer. Mi hijo murió en un lugar lejano, hemos esperado demasiado tiempo y estamos cansados”, declaró horas antes a Efe/Epa Nguyen Thanh Le, padre de Nguyen Van Hung, fallecido a los 33 años.
Uno de los trámites burocráticos que retrasó la repatriación fue el pago del transporte, que finalmente recae en los familiares, ayudados por un préstamo del Gobierno vietnamita para pagar en 30 días los más de $2,900 que cuesta repatriar los cuerpos en ataúdes.
El Gobierno también ofrecía la opción de que fueran repatriadas las cenizas por $1,850, pero no hay noticia de que ninguna familia se haya decantado por esta opción, dada la importancia de velar el cuerpo del muerto en la cultura local.
En el caso de Nguyen Thanh Le, de religión católica (minoritaria en Vietnam pero con notable presencia en la provincia), la incineración nunca fue una opción pese a que las autoridades se lo aconsejaron.
“Somos católicos y solo queríamos traer el cuerpo de vuelta; es muy poco habitual que incineremos”, declaró.
A la iniciativa gubernamental se han sumado una donación colectiva a través del portal Gofundme que lleva recaudados $27,535 y donaciones privadas, como los $26,714 donados por Vingroup, el mayor conglomerado empresarial del país.
Estas ayudas suponen un gran alivio para estas familias, que se endeudaron con cantidades de miles de dólares para pagar a las redes que les facilitaran la emigración ilegal al Reino Unido.
Se espera que los 23 cuerpos restantes lleguen a Vietnam en los próximos días, aunque las autoridades no han dado ninguna pista sobre la fecha u hora exacta.
Hasta el momento, la Policía británica ha detenido a siete personas en relación con este caso, mientras que las autoridades vietnamitas han arrestado a 11 personas en las provincias de Nghe An y Ha Tinh, de donde salieron la mayor parte de las 39 víctimas.
A pesar de la conmoción que ha generado esta noticia en todo el país, los expertos no creen que tenga incidencia en el número de personas que deciden emprender un viaje incierto hacia Europa para huir de la pobreza.