Especialistas en economía, derechos humanos y seguridad pública coincidieron que la violencia en Culiacán es una emergencia nunca antes vista, que se compara con el impacto de un huracán, cuyo ojo se quedó varado en el territorio sin moverse durante 30 días.
“Este es un momento que no es político, es una emergencia nunca antes vivida (…) es como un huracán que el ojo se quedó varado en Culiacán que no lo puedes mover, no hay lluvia, pero no puedes pasar a tu punto de equilibrio”, aseveró en Aristegui En Vivo, Laura Guzmán Torróntegui, vicepresidente de la Zona Norte de la La Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac).
Ismael ‘El Mayo’ Zambada, jefe del Cártel de Sinaloa, fue detenido el pasado 25 de julio en Estados Unidos, junto con el narcotraficante Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín Guzmán Loera “El Chapo”.
Luego de su captura no se reportaron enfrentamientos extraordinarios en Culiacán; sin embargo, el 9 de septiembre comenzó una fuerte lucha entre miembros del Cartel de Sinaloa que apoyan, por un lado, a El Mayo y por otro, a Los Chupitos.
Guzmán Torróntegui especificó que cuando los hechos violentos comenzaron el 9 de septiembre, pensaron que solo serían un par de días, por lo que en el ámbito económico comenzaron a aplicar las estrategias que ya tenían definidas durante la pandemia, porque ya sabían que la gente se iba a resguardar.
“Sin embargo, la primera semana tuvo una dinámica, la segunda empezó a ver que nuestras ventas no pasaban de entre el 30 y 50 por ciento de lo que normalmente. (Esto) te dice que no hemos podido alcanzar nuestro punto de equilibrio”, aseveró.
Aseguró que el sector de entretenimiento, de mercados, salones de fiesta, hoteles, restaurantes e incluso el comercio ambulante comenzaron a colapsarse.
“La hotelería está en ceros, los salones de eventos con toda la vida social que nos caracteriza tanto en Culiacán, pues se fue, salones de belleza no te quiero contar y todo eso se ha ido postergando”, señaló.
Afirmó que la Canirac hizo una encuesta que contestaron cerca de 150 personas, quienes afirmaron tener miedo de salir de su casa y tener una incidencia en el trayecto, lo que comenzó a generar problemas porque la gente dejó de consumir.
Agregó que dentro de la industria de los alimentos de la localidad hay un gran porcentaje de PYMES que tienen empleados y que están tratando de alargar y poder mantenerlos luego de estas cinco semanas.
“Lo que ahorita era un problema de seguridad, después se transfiere a un problema económico y si no tenemos para pagar sueldos, se convertirá en un problema social”, aseveró.
Por su parte, Óscar Loza Ochoa, fundador e integrante de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos de Sinaloa, aseguró que cuando hablamos de una situación de emergencia no es solo lo económico.
Añadió que en los años 90, hubo personas, incluido él, que plantearon medidas para que el narcotráfico no se volverá un problema de carácter nacional, pero no se les hizo caso, por lo que ahora tienen las consecuencias.
“No solo es Sinaloa, pero para poder atender nuestra emergencia requerimos obviamente de la atención y del apoyo de la autoridad federal y aparte de las autoridades del estado”, lanzó.
Explicó que los padres y madres de familia no están llevando a sus hijos e hijas a las escuelas, pese a que la Secretaría de Educación Pública hizo el llamado de volver a las aulas, ya que consideran que no es seguro.
“Requerimos obviamente que los espacios públicos nos ayude la autoridad a ganarlos de nueva cuenta para poder regularizar las actividades culturales, las actividades educativas y el trabajo en general que hace la sociedad”, añadió.
Mientras tanto, Miguel Calderón Quevedo, coordinador General del Consejo Estatal de Seguridad Pública, recordó que luego de que el 9 de septiembre explotaron los hechos de violencia, diferentes representantes de la sociedad civil acudieron con sus referentes gubernamentales, entre ellos el gobernador.
“El gobierno ha asumido una estrategia de comunicación errática, en algunos momentos caótica, que no orienta, que no guía, que no nos sirve como información básica para tomar decisiones en el día a día”.
Aseguró que mientras pasaban los días, la sociedad civil comenzó a inquietarse y a preguntarse a qué hora la violencia iba a disminuir.
“Estamos compitiendo con dos factores importantes: el fin de una administración sexenal, que entre que entrega y el inicio de la próxima administración sexenal que le recibe, pues no nos ponen suficiente atención, no llamamos su atención y lo otro es que el país en su agenda tenía temas nacionales quizá de mayor relevancia como la reforma judicial”, señaló.
Informó que eso fue lo que los llevó a tomar la decisión de venir al centro del país a hacer un llamado de alerta y explicar lo que realmente está sucediendo en Sinaloa, pues se encuentra en un momento de emergencia.
¿Qué solicitan?
–Declaratoria de emergencia económica, que comprenda:
-Suspensión de pago de impuestos, como ISR e ISN; pagaderos a 6 meses, para empresas y negocios afectados.
-Analizar la viabilidad de descuentos y prórrogas de pago de energía eléctrica y agua potable. Ante esta grave crisis de seguridad, dar instrucciones inmediatas a fin de no realizar cortes de ambos servicios al sector productivo.
-Prioridad en acciones de desarme de la delincuencia organizada.
–Efectiva reparación del daño a víctimas de los diversos delitos cometidos en este periodo.
-La pronta y expedita depuración y puesta en marcha de la Policía Municipal de Culiacán.
-Que los operativos policiales y de fuerzas federales sean efectivos para recobrar la tranquilidad de la ciudadanía y la reactivación de las actividades sociales, comerciales, culturales, recreativas y deportivas.
–Aliviar el miedo que tiene semiparalizada la ciudad de Culiacán con información objetiva, útil y oportuna, complementada con una estrategia de salud pública dirigida al bienestar socioemocional de la población.
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