El Oshogtasu es la festividad japonesa equivalente a nuestra Nochevieja y Año Nuevo, el momento en el que se celebra la despedida al año y se prepara la bienvenida a nuevos colores, sabores y experiencias. Es también la época en la que las calles, parques y jardines de sus ciudades se iluminan de manera espectacular, creando un equilibrio entre naturaleza y color. Los diseños lumínicos que se realizan en lugares como Tokio, Osaka o Nagoya son una de las principales atracciones turísticas de esta estación, con festivales como el Yomiuri Land Jewellumination, que en esta ocasión utilizará más de 6,5 millones de luces en distintos lugares de la capital del país.
Llevar una muestra de esa manera de celebrar el fin de año y trasladar esa estética tradicional a Madrid es el objetivo de Japanese Winter, la iniciativa que ha puesto en marcha Roku Gin en el restaurante Bocanegra de Madrid. Un jardín privado que se abre por primera vez al público se convierte en una experiencia inmersiva en la que los sentidos trasladan al visitante al Japón invernal, en la que se unen iluminación, sonido y propuestas culinarias de la mano de una ginebra artesanal 100% japonesa elaborada con botánicos seleccionados bajo el concepto tradicional del shun, que se basa en utilizar ingredientes recolectados en su momento perfecto de maduración.
Dentro de Japanese Winter, la experiencia ‘Naturaleza Iluminada’ evoca las tradiciones invernales japonesas decorando con luces y proyecciones los rincones del jardín. Al caer la noche, se puede disfrutar de un paseo nocturno guiado, con seis paradas en las que distintas proyecciones y video mappings explican el origen de estas celebraciones dentro de la cultura nipona, en los que el cambio de estación y la relación con la naturaleza tienen un papel destacado. El sonido es otro de los elementos que ayudan a que la experiencia sea más completa. La rítmica de los taikos, los grandes tambores japoneses, está presentes a cargo del grupo Taiko Enishi, que combina música tradicional y contemporánea a través de la percusión ancestral y otros instrumentos como el shinobue, la flauta japonesa de bambú.
El sabor, ese poderoso transmisor de emociones, es otra de las partes fundamentales de Japanese Winter. En este espacio invernal se pueden degustar tres propuestas gastronómicas diferentes de la mano de otros tantos chefs expertos en cocina japonesa, y que abarcan partes distintas de la cultura culinaria del país. La cocina omakase, que otorga al chef la libertad de servir al comensal lo que surja de su creatividad en el momento, está representada por el chef Kobos Cortés, de Ebisu by Kobos. El indispensable sushi llega de la mano de la chef Yoka Kamada, del restaurante Yokaloka.
Todos los menús están maridados con cócteles de invierno elaborados con Roku Gin, la ginebra elaborada meticulosamente y cuyo nombre (“seis” en japonés) hace referencia a los botánicos que utiliza en su destilación: flor y hoja de sakura, piel de yuzu, té sencha, té gyokuro y pimienta sansho, todos ellos recogidos por los artesanos de la Casa Suntory en la ciudad japonesa de Osaka. Entre estas propuestas encontramos el Fuyü Mule, representativo del invierno japonés, que potencia el lado más cítrico de Roku Gin a través del yuzu y el toque picante del jengibre, o el Roku Mary, un viaje a las calles niponas que utiliza salsa ponzu y curry.
Japanese Garden, en el restaurante Bocanegra de Madrid, estará disponible hasta el 30 de diciembre, y su programación se puede consultar aquí.
Source link