Vladimir Putin sigue controlando firmemente el poder en Rusia a pesar de los reveses militares en Ucrania, un reclutamiento de reservistas y las luchas políticas internas, dijeron a Reuters ocho fuentes bien informadas, pero algunas creen que eso podría cambiar rápidamente si hay una derrota definitiva.
La mayoría de ellas comentó que el presidente ruso se encontraba en uno de los momentos más difíciles de sus más de dos décadas en el poder, luego de que sus fuerzas invasoras fueron rechazadas en algunos lugares por una Ucrania armada por Occidente.
Pero las fuentes, entre ellas diplomáticos y funcionarios gubernamentales occidentales retirados y en servicio, dijeron que no se apreciaba ninguna amenaza inminente por parte de su círculo íntimo, los militares o los servicios de inteligencia.
“Por el momento, Putin está aguantando”, dijo Anthony Brenton, exembajador de Reino Unido en Rusia.
Brenton dijo que creía que el líder ruso espera una negociación sobre Ucrania, probablemente con los estadounidenses, y que la suerte de Moscú en el campo de batalla cambie, a pesar de que Occidente sostiene que hay déficits de preparación de tropas, equipos e incluso de misiles.
Putin, que ha estado en el poder desde 1999, ha superado numerosas crisis internas y guerras, y más de una vez se ha enfrentado a grandes protestas callejeras, pero ha aplacado cualquier oposición real.
Sin embargo, la “operación militar especial”, impulsada por el político de 70 años en Ucrania desde el 24 de febrero ha creado el momento más tenso entre Oriente y Occidente desde la crisis de los misiles de Cuba de 1962 y ha provocado las sanciones occidentales más duras contra Rusia.
Su Ejército ha sufrido humillantes retiradas, así como enormes pérdidas, y cientos de miles de hombres rusos han huido al extranjero para evitar el combate. Putin también se ha dedicado a recordar que tiene un arsenal nuclear, lo que algunos interpretan como una señal de desesperación.
Algunos aliados -desde el “soldado de a pie de Putin”, como se autodenomina el líder de Chechenia, hasta el “chef de Putin”, apodo del jefe de un grupo de mercenarios antaño en la sombra- han acusado a los jefes militares de gestionar mal la guerra.
Brenton, que trató con Putin durante su segundo mandato, dijo que no había habido ninguna crítica pública de la elite política o empresarial, ni señal de movimiento contra él, pero que eso podría no durar.
“Si siguen retrocediendo durante la primavera, en marzo o abril del año que viene, mi instinto es que en ese momento las cosas se volverían realmente problemáticas para Putin, no a nivel popular, sino a nivel de la elite”.
“Tienes un grupo de personas allí que son fundamentalmente interesadas, que no quieren ser parte de una eventual debacle”.
Las protestas contra el reclutamiento de familiares, la promesa de Ucrania de no negociar con Putin y una afirmación, aparentemente sin guión y retirada del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de que no se debe permitir que Putin siga en el poder, ha avivado las especulaciones sobre su futuro.
Dmitri Peskov, portavoz de Putin, dijo que un informe del Washington Post de este mes en el que se afirmaba que un miembro del círculo íntimo del líder se había enfrentado a él por la guerra era “absolutamente falso”, pero sí dijo que había un debate político sincero.
“Hay discusiones de trabajo: sobre la economía, sobre la conducción de la operación militar”, dijo Peskov a periodistas. “No es señal de ninguna división”.
El Kremlin dice que Putin es respaldado por una abrumadora mayoría de rusos y obtuvo una victoria aplastante en la reelección en 2018.
El sistema político ruso es famoso por su opacidad, aunque Washington demostró en el periodo previo a la invasión que podía advertir los planes de Moscú.
Un alto funcionario occidental que sigue de cerca la situación y que no quiso ser mencionado debido a lo delicado del asunto, dijo que hasta ahora no había habido deserciones importantes.
Hubo señales de luchas internas, quejas y de lentitud en la toma de decisiones, dijo el funcionario: “Pero no hay señales de que haya perdido el control”.
Un funcionario estadounidense que no quiso que se le identificara por la misma razón dijo que Washington y sus aliados asumían que la posición de Putin era segura. “Dicho esto, muchas de sus acciones recientes -incluida la movilización- muestran claramente que Putin está en la cuerda floja”.
Con unos poderosos servicios de inteligencia que apuntalan un sistema político con acólitos muy vigilados, sería difícil y peligroso que alguien se mueva contra él.
Andrew Weiss, especialista en Putin del Carnegie Endowment, dijo que aunque “todo es posible” en Rusia, la opinión pública es menos importante allí que en Occidente, los verdaderos opositores han huido o han sido encarcelados y Putin está rodeado de adeptos.
“Muéstrame a la persona que va a hablar en el despacho de Putin y decir que está acabado. ¿Quién tendría la audacia de hacer eso?”, dijo Weiss, que ha tenido varias funciones políticas en el Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos y ha escrito un libro sobre Putin.
El líder ruso podría ser derrocado por un golpe palaciego, una rebelión de las elites o un “asalto a la Bastilla”, dijo, pero recordó que el dictador iraquí Saddam Hussein gobernó durante más de una década después de que se frustró su invasión a Kuwait en 1990.
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