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Von der Leyen acude a Escocia en busca de acuerdo comercial con Trump

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La presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, acude este domingo a Escocia para reunirse con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con la esperanza de llegar a un acuerdo arancelario equilibrado y estable que evite la guerra comercial a partir del 1 de agosto.

Según han confirmado fuentes diplomáticas, las dos partes están avanzando en un acuerdo que implicaría la imposición de un gravamen del 15 % a las exportaciones europeas, un pacto en línea al suscrito esta semana entre Estados Unidos y Japón.

La reunión, que se produce por “invitación” de Trump, se celebrará en la tarde del domingo, según fuentes comunitarias que no han proporcionado más detalles sobre el encuentro que está previsto que tenga lugar en Turnberry, el club de golf propiedad del presidente estadounidense.

La presidenta de la Comisión estará acompañada por el comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, quien ha capitaneado las negociaciones en nombre de la UE.

“Se han mantenido intensas negociaciones a nivel técnico y político entre la UE y Estados Unidos. Los líderes ahora evaluarán la situación y considerarán el alcance para un resultado equilibrado y que proporcione estabilidad y previsibilidad a las empresas y los consumidores a ambos lados del Atlántico”, declaró en la noche del viernes la portavoz del Ejecutivo comunitario, Paula Pinho, tras conocerse la invitación de Trump a Von der Leyen.

Antes de llegar a su complejo de golf en Turnberry, en la costa oeste de Escocia, el presidente de EE.UU., Donald Trump, aseguró en Washington que hay “un 50 % de posibilidades o menos” de lograr un pacto comercial con la Unión Europea.

“Diría que tenemos un 50 % de posibilidades, quizás menos, pero un 50 % de posibilidades de llegar a un acuerdo con la UE. Será un acuerdo en el que tengan que dar algo para reducir sus aranceles. Ahora mismo están en el 30 % y tendrán que dar algo o dejarlos como están Pero quieren alcanzar un acuerdo con todas sus fuerzas”, aseguró Trump a los periodistas de la Casa Blanca este viernes.

Trump ha amenazado a la UE con una subida arancelaria a todos los productos del 30 % a partir del 1 de agosto, una cifra que, según el comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, haría “prohibitivo” el intercambio de bienes a ambos lados del Atlántico.

“Con respecto a un acuerdo, un resultado, creemos que semejante resultado está al alcance y estamos trabajando con todas nuestras fuerzas para proporcionar eso a los ciudadanos, empresas y consumidores de la UE”, declaró el portavoz de Comercio de la CE, Olof Gill, en una rueda de prensa esta semana.

Contramedidas europeas presentes en la recámara

Aunque se vislumbre un acuerdo, Von der Leyen va al encuentro con Trump con un buen arsenal de contramedidas en la recámara por valor de 93.000 millones de euros, recién aprobado por veintiséis de los veintisiete países de la UE.

Una respuesta contundente, pero escalonada, con un primer paquete de represalias que entraría en vigor el 7 de agosto y un segundo paquete, de mayor cuantía, que no se aplicaría hasta septiembre de este año o incluso febrero de 2026.

En concreto, y siempre en un escenario de ruptura que parece improbable, la UE impondría a partir del 7 de agosto contramedidas a las importaciones procedentes de Estados Unidos en respuesta a los recargos del 50 % que Washington impone a las compras de acero y aluminio, con excepción de los aranceles a la soja y las almendras, que entrarían en vigor el 1 de diciembre.

Las represalias por los aranceles estadounidenses a los automóviles, del 25 %, y a los aranceles llamados “recíprocos” (ahora del 10 %, pero que pasarían a un 30 % sin acuerdo), se retrasarían hasta el 7 de septiembre de este año y el 7 de febrero de 2026, dependiendo del tipo de productos.

La respuesta que entraría en vigor el 7 de agosto se corresponde a la primera lista propuesta por la Comisión Europea (de 21,000 millones de euros), mientras que los aranceles que entrarían en vigor en septiembre o en febrero se corresponden con la segunda lista (de 72,000 millones).

Las contramedidas también prohíben a partir del 7 de septiembre la venta a operadores de Estados Unidos de desperdicios y desechos (la chatarra) tanto de hierro o acero como de aluminio.

La activación de aranceles por fases se explica, según fuentes comunitarias, por la necesidad de dar a las autoridades aduaneras tiempo suficiente para prepararse para cobrar esos aranceles (7 de septiembre) y para dar tiempo a la industria de la UE para adaptar sus cadenas de suministro (7 de febrero).



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