El rechazo a la “brecha de género”, la discriminación laboral y salarial que sufren las mujeres por el hecho de serlo, ha sido una de las señas de identidad de Vox desde su nacimiento en 2014. A pesar de que numerosos estudios de organizaciones internacionales (empezando por la ONU) la avalan e incluso cuantifican, Vox ha negado en multitud de ocasiones su existencia.
El líder andaluz del partido ultra, el exjuez Francisco Serrano, la calificó de “gran mentira” y la diputada de Vox Rocío de Meer aseguró que “la única brecha salarial que existe es entre policías nacionales y guardias civiles y policías autonómicos”.
Sin embargo, Vox ha incluido por vez primera en el programa electoral con el que se presenta a las elecciones gallegas del 12 de julio el concepto de “brecha maternal”.
La primera que utilizó este término fue la líder de Vox en Madrid, Rocío Monasterio, en vísperas del pasado 8-M, cuando arremetió contra el PP por sumarse a la movilización feminista e insistió en que la brecha de género es “un mito de la izquierda” y en que “ninguna mujer cobra menos que un hombre por ser mujer”, pero admitió que sí hay una “brecha maternal”.
El portavoz de Vox, Jorge Buxadé, ha explicado este lunes en qué consiste la lucha contra esa “brecha maternal”: se trata de “garantizar la igualdad de oportunidades de la mujer, que tiene derecho a ejercer como madre y a trabajar por cuenta ajena o incluso por cuenta propia”. Pero no ha detallado ninguna medida para conseguir ese objetivo.
El portavoz de Vox, Jorge Buxadé, en rueda de prensa telemática. En vídeo, Buxadé habla este lunes de “brecha maternal”.
El programa gallego de Vox menciona este asunto dentro de un “plan de fomento de la natalidad”, que incluye incentivos fiscales y medidas para “promover la conciliación a través de la flexibilidad de horarios, los trabajos a media jornada y el teletrabajo”.
Ninguna de estas medidas, sin embargo, evita que las madres trabajadoras sean discriminadas salarialmente, precisamente a través del teletrabajo o la reducción de jornada; ni prevén tampoco la posibilidad de que una mujer sea discriminada a la hora de acceder a un empleo por la mera expectativa de su posible maternidad. Resulta paradójico que Vox, que ha denunciado la Ley contra la Violencia de Género por discriminar al varón, lo discrimine ahora al no contemplar una “brecha paternal” de los hombres que asuman el cuidado de los hijos.
Por otra parte, el líder de Vox, Santiago Abascal, ha remitido un manifiesto a los líderes de las demás fuerzas políticas en el que pide que “rechacen y condenen todo tipo de violencia, independientemente de la afiliación ideológica del agresor”, durante la campaña de las próximas elecciones gallegas y vascas. Vox ha denunciado al grupo de radicales que el pasado jueves profirió insultos y amenazas a los asistentes al acto de presentación de sus candidatos en Galicia, pero minimizó la agresión que sufrió un fotógrafo durante la marcha de vehículos convocada por el partido ultra en Madrid el 23 de mayo.
Por otra parte, el líder de Vox, Santiago Abascal, ha contestado al senador de Compromís, Carles Mulet, quien se interesó por saber por qué sigue teniendo licencia para llevar pistola, alegando que no tiene inconveniente en ser cacheado al entrar al Congreso y sugiriendo que los diputados sean sometidos también a un test de consumo de drogas antes de entrar al hemiciclo.
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