El presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, ha remarcado este miércoles que él “nunca” planteó específicamente un nuevo impuesto para las rentas altas de la Comunidad de Madrid, sino que “se debía estudiar cómo compensar el efecto capitalidad”, algo que ha defendido que es posible “de otra manera” y no solo por la vía fiscal.
Así ha respondido a la negativa de la ministra de Hacienda, la también socialista María Jesús Montero, quien recalcó que este impuesto ni está ni va a estar en la agenda del Gobierno, después de que se mostrara a favor el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá.
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Puig, en un desayuno informativo en Madrid el pasado mes de julio, apostó por una descentralización de la estructura del Estado y defendió que, en cualquier caso, se debería plantear una nueva fórmula fiscal o económica que compense al resto de España por el “efecto capitalidad” que, en su opinión, beneficia actualmente a la Comunidad de Madrid. En el pasado, el presidente valenciano se ha referido a Madrid como “una gran aspiradora” que absorbe recursos, población, funcionarios estatales y redes de influencia. “Todo eso, en detrimento de la igualdad de los territorios que conformamos España”, especificó.
El presidente valenciano abogó por “compartir con todos esa mayor productividad generada por el apoyo público”. Según acotó entonces, el plus de riqueza del que goza Madrid no se genera por azar, “sino gracias al sustento público estatal y a las economías de aglomeración”. “La filosofía es sencilla: Si hay privilegio, debe haber contraprestación”, defendió. Puig no descartó que esa compensación se fijara a través de un impuesto específico a las rentas altas madrileñas: “Podría ser una opción”, respondió en el turno de preguntas. La sola sugerencia de aplicar un nuevo impuesto despertó las críticas del gobierno de la popular Isabel Díaz Ayuso y de los empresarios madrileños.
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Casi un mes después y a preguntas de los periodistas, Puig ha insistido este miércoles durante un acto en Valencia en que nunca dijo que la medida “debiera ser un impuesto”. “Dije que se debía estudiar cómo compensar el efecto capitalidad (…). En ningún caso hablé del impuesto como tal, no dije que tuviera que ser por la vía de un impuesto nuevo”, ha puntualizado en rueda de prensa este miércoles tras presentar un plan de salud mental.
El presidente valenciano ha insistido en que “el efecto capitalidad tiene consecuencias” y es algo que está presente en la “realidad territorial” de España porque la Comunidad está 12 puntos por debajo de la renta per cápita media. Ha insistido en que “hay que buscar fórmulas” para solucionarlo y que no quiere centrar el debate territorial en este impuesto, sino abordar el “reequilibrio” fiscal, algo que “parece bastante lógico” y que a su juicio debe partir de las “rentas altas y grandes corporaciones” de Madrid.
La Generalitat valenciana, con su presidente a la cabeza, lleva años reivindicando una reforma del sistema de financiación autonómica que expiró en 2014 y perjudica, sobre todo, a la Comunidad Valenciana. El actual modelo, que coloca a los valencianos a la cola en el reparto de fondos por habitante, sigue sin una fecha clara de actualización.
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