Sabemos qué debemos hacer antes de tomar el sol, pero no siempre cómo cuidamos la piel tras su exposición. Y debemos ser constantes también en este tema o de lo contrario sufriremos rojeces, quemaduras, dolores y otros.
Desde cremas a otros remedios. La piel tiene memoria y ahora más que nunca debemos ser consciente de su cuidado y máxima protección.
Lociones after sun
Son un clásico, aplicar la loción after sun tras el sol. Y es que con ello notaremos la piel algo más suave, menos reseca, y sin riesgo a que se queme aunque hayamos aplicado el protector solar. Las hay de muchas gamas y texturas, escoge la que te vaya mejor, sea más duradera y también con protectores solares para tu epidermis.
Aceites naturales
Para calmar, descongestionar, hidratar y también revitalizar, los aceites naturales aportan esto y mucho más. Hay muchos y cada uno tiene sus propiedades.
La exfoliación, más adelante
Los especialistas recomiendan no exfoliarse la piel tras la exposición solar. Pues el sol irrita la piel y la puede hacer mucho más sensible especialmente aquellas que sufren mucho más. En este caso, la exfoliación debe esperar a una semana porque es buena también para renovar las células.
Crema hidratante
Como la piel se reseca o puede quemarse necesitamos soluciones rápidas. Para esto las cremas hidratantes son lo mejor porque calman y aportan el agua necesita nuestra epidermis.
Agua y alimentos ricos en vitaminas
Otra manera es beber agua porque debemos hidratarnos correctamente y más en épocas veraniegas. Y alimentarnos con alimentos que sean ricos en alimentos con vitamina C y E. Así cuidamos la piel.
Bálsamos reparadores
Hay más productos para aplicar sobre la piel. Por ejemplo bálsamos reparadores. Aportan una sensación de bienestar sobre la piel, muy refrescante que es necesaria para los días de más calor, un autentico alivio a todas las pieles que tiene quemazón por el sol.
Cosméticos específicos
Según la Asociación de Dermatología, en aquellas zonas en las que la piel haya sufrido mayor agresión, utiliza cosméticos específicos indicados por tu dermatólogo que contengan antioxidantes como la vitamina C y E.