Tras casi 40 días de incertidumbre, un rayo se esperanza alegró a Colombia.
Cuatro niños indígenas que estuvieron desaparecidos durante más de cinco semanas en la selva del Guaviare y Caquetá, fueron encontrados con vida la tarde del 9 de junio.
Sin embargo, las autoridades colombianas perdieron el rastro de uno de los héroes de la misión.
Se trata de Wilson, uno de los perros rescatistas que durante días buscó el rastro de los cuatro niños en la llamada Operación Esperanza.
Desde la última semana de mayo el equipo de rescate no tuvo rastro del perro belga malinois de las fuerzas especiales.
Sin duda, Wilson fue una pieza de suma importancia en la búsqueda de los cuatro hermanos.
Luego de que una avioneta se estrelló en medio de la selva el pasado 1 de mayo, las operaciones de búsqueda se activaron. Fue gracias al perrito que 15 días después, las autoridades dieron con el paradero de la aeronave y tres de sus ocupantes sin vida.
A Wilson le habían entregado una gorra del piloto y gracias a su agilidad y agudo olfato pudo dar con los restos.
Fue entonces que las alarmas de las autoridades colombianas se activaron, pues los cuatro niños seguían sin aparecer. Mientras tanto, Wilson nunca abandono su labor y dos días más tarde encontró algunos objetos en medio de la selva que pertenecían a los menores.
Sin embargo, el miércoles pasado, el guía de Wilson lo soltó en la selva para que el perro realizara sus labores, pero nunca regreso. El equipo lo espero y buscó por horas, pero hasta este 10 de junio, el lomito sigue sin aparecer.
En redes sociales, las y los colombianos han compartido mensajes de agradecimiento al perro, con la esperanza de volverlo a ver.
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