Uriel Naum, coordinador General de Información de Forbes Latam, comentó que todavía no se sabe si la construcción de Santa Lucía representará un ahorro o un presupuesto incluso mayor que el de Texcoco.
Aunque en Santa Lucía ya se puso la primera piedra para la construcción del aeropuerto, aún hay muchas incógnitas por resolver relacionadas al impacto ambiental que tendrá y a su operación, afirmaron periodistas de Forbes.
En la Mesa Forbes con la periodista Carmen Aristegui, Uriel Naum, coordinador General de Información de Forbes Latam, comentó que al realizar un seguimiento sobre el aeropuerto de Santa Lucía, le llamó la atención que no exista un estudio sobre el impacto ambiental que tendrá.
Otro aspecto importante, apuntó, es la construcción y operación del Ejército de esa terminal aérea en Santa Lucía.
“Hay muchas dudas al respecto, una de ellas es que la Auditoría Superior de la Federación, en 2017, había señalado que esa barda perimetral del aeropuerto de Texcoco había tenido muchas inconsistencias y había sido construida precisamente por el Ejército. Es decir, hay una serie de aspectos que señalan que el Ejército o la operación del Ejército o construcción del Ejército en este aeropuerto tampoco nos salva de estas posibilidades de corrupción, que tanto señaló el gobierno federal en su momento como un elemento crucial para decir ‘Texcoco no va’”, señaló.
Alejandro Ángeles, editor en jefe de forbes.com.mx, añadió que la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés) afirmó que era incompatible el sistema de transporte metropolitano que proponen, de tener al Aeropuerto Benito Juárez en cualquier modalidad, ya sea como está ahorita, renovado o restaurado, y enlazarlo con los aeropuertos de Toluca y Santa Lucía.
“Ellos dicen que no hay ningún modelo en el mundo donde haya una distancia de 70 kilómetros entre el principal alimentador de un sistema con los otros aeropuertos satélite”, puntualizó.
Asimismo, refirió que la IATA aseveró que no hay ningún lugar en el mundo donde convivan un aeropuerto militar y uno civil.
En este contexto, consideró que hay una situación muy delicada, porque hay “un empecinamiento” del gobierno federal de construir ahí el aeropuerto, que va en contra de lo que dicen los expertos.
Naum agregó que otro tema pendiente es qué pasará con las aerolíneas que comparten vuelos internacionales y al mismo tiempo tienen disposición de vuelos locales.
“Hay un negocio muy importante, son empresas, viven del negocio y estar haciendo estos dobles trabajos de operación puede ser un impacto importante para sus finanzas“, subrayó.
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Otro aspecto, observó, es el hecho de que la operación militar le genera muchas suspicacias a las aerolíneas, porque regularmente los aeropuertos son operados por los propios entes privados en diferentes partes del mundo.
Una incógnita más, expresó, es el presupuesto, que son 78 mil millones de pesos, con el aumento de 13 por ciento por el cerro de Santa Paula, que no estaba considerado.
“No sabemos si va a terminar ahí. López Obrador ha dicho hoy por hoy tendremos un ahorro de 100 mil millones de pesos, pero a este ritmo, no sabemos si va a ser un ahorro o va a significar un incremento incluso mayor que el de Texcoco“, agregó Naum.
A continuación la Mesa Forbes:
