“Zapatos abiertos con caja”: el código para sortear el veto a la prostitución en Irán

“Zapatos abiertos con caja”: el código para sortear el veto a la prostitución en Irán


¿Es una web de venta de segunda mano responsable de los anuncios de sus usuarios? Las autoridades judiciales iraníes estiman que sí y han condenado al director ejecutivo de Divar, la mayor plataforma de compraventa online del país, a tres meses de cárcel por “promover la corrupción e incitar a la prostitución”. Algunos usuarios utilizaban el sitio para ofrecer o contratar servicios sexuales bajo la cobertura de anuncios aparentemente inofensivos, como zapatos. La sentencia, que es irrevocable, ha desatado polémica tanto por la popularidad de la empresa fundada en 2013, como por lo que indica de la situación económica iraní.

Hace unos años que algunos medios locales y también usuarios de las redes sociales comenzaron a denunciar casos de abuso de los servicios de la web. Señalaban anuncios con una jerga secreta que fomentaban la prostitución, una práctica ilegal en Irán. Proliferaban entradas de compraventa de zapatos, en especial “zapatos abiertos” en referencia a “las prostitutas” o incluso de “un par de zapatos abiertos con caja” en el caso de las que disponían de un lugar de encuentro.

Al mismo tiempo, quienes cuelgan un anuncio con la verdadera intención de vender zapatos muchas veces se llevan una sorpresa con los mensajes de los supuestos compradores. Es lo que le sucedió a Zohreh, una usuaria que prefiere no desvelar su apellido. “Hace tres años quería vender unos zapatos. Antes también había comprado o vendido otros artículos en Divar, pero me empezaron a llegar mensajes muy extraños; por ejemplo, insistían en si tenía caja o no y me pedían que les mandara fotos con mis piernas. Así que decidí quitar el anuncio”, explica. Unos meses más tarde, Zohreh recuerda que leyó algunas noticias sobre los anuncios de prostitución en esta plataforma.

Además de la venta de zapatos, otros códigos habituales para quienes quieren contratar u ofrecer los servicios de las trabajadoras sexuales son las solicitudes de secretaria, modelo o compañera de lectura. E incluso el más intrigante “mesa de billar”.

Aunque no hay estadísticas oficiales sobre la prostitución en Irán, muchos analistas señalan que la terrible situación económica provocada por la mala gestión interna y las sanciones estadounidenses están empujando a los sectores más vulnerables a actividades delictivas o denigrantes como la prostitución.

En los cuatro meses que lleva en ejercicio, el Gobierno iraní ha fracasado en su intento de paliar los males crónicos de la economía. La inflación ronda el 40% y la moneda local, el rial, sigue devaluándose: un euro se cambia a 328.000 riales frente a los 300.000 de cuatro meses atrás. Es cierto que la depreciación se ha ralentizado, pero los expertos advierten de una nueva ola de caída del valor de rial a causa del aumento de liquidez y emisión de valores sin respaldo.

El director ejecutivo de Divar, Ashkan Mirarmandehi, en libertad bajo fianza desde hace 22 meses por este caso que ahora se cierra, informó el pasado sábado de la condena en Twitter. “El Tribunal de Apelaciones ha dictado el veredicto final: tres meses y un día de prisión ineludible por ‘promover la corrupción e incitar a la prostitución”, escribió al principio de un largo hilo.

De inmediato se desató la polémica. La mayoría de la opinión pública e incluso algunos cargos han criticado el fallo. Hossein Eslami, presidente del gremio informático de la provincia de Teherán, envió una carta al poder judicial. En ella mencionaba los millones de usuarios y cientos de miles de empleos relacionados con el negocio ahora cuestionado, calificaba la sentencia de “shock” y pedía su revocación.

Según el director ejecutivo de Divar, “1,4 millones de negocios funcionan gracias a los servicios de la plataforma, que ha generado 1.100 empleos directos en especial para los jóvenes”. Entonces, ¿dónde estaba el problema?

Eslami, el representante de los informáticos, defiende que “no se puede castigar esta empresa por algo que no controla y de lo que no es responsable [porque] si alguien comete un delito usando la tarjeta de una operadora, el delincuente es el individuo, no la operadora”. “Este tipo de decisiones pueden decepcionar a los emprendedores económicos, sobre todo a los jóvenes”, añade.

Mojtaba Tavangar, presidente del Comité de Economía Digital del Parlamento, también ha salido en defensa de Mirarmandehi, con el enfoque de defender el emprendimiento. “Las plataformas de intercambio de contenido son uno de los pilares de la economía digital y la falta de los marcos estatales en este campo es el principal eslabón pedido de una red nacional de información. Ojalá el poder judicial tratara con más tolerancia a los emprendedores de este campo mientras se aclaran los marcos legales”, ha tuiteado con la etiqueta #Divar.

El vicedirector de la Organización del Bienestar de Irán, Habibolah Msoudi Farid, ha reconocido que “la situación de la prostitución ha cambiado y ya no se ven tanto en las calles porque esta práctica se ha trasladado a internet”. Ese nuevo escaparate no se limita a Divar, ya que también se puede encontrar anuncios de servicios sexuales en Instagram, una de las pocas redes sociales aún no bloqueadas en Irán, y en canales de Telegram, que sí está oficialmente bloqueado.

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