El Bilbao Athletic no logró dar continuidad a su buen arranque liguero ni a la facilidad goleadora que demostró en Haro. Tablas sin estrenar el marcador ante el Calahorra en la inauguración del curso en Lezama. Los riojanos lucieron como un bloque correoso y a los cachorros les costó encontrar vías de agua en su oponente. Las mejores ocasiones, y podría decirse que las únicas, fueron para la tropa de Etxeberria. Pero se quedaron secos.
Y eso que el comienzo no hacía presagiar lo que posteriormente fue el desarrollo del choque. San Bartolomé avisó por partida doble en los cinco primeros minutos. Sus dos intentos llevaron idéntico camino. Se perdieron por encima del larguero. El Bilbao Athletic salió con una marcha más. Robaba en campo rival y se lanzaba al área.
Los locales dispusieron de una doble ocasión pasado el cuarto de hora. Se originó en un tremendo error de la defensa del Calahorra. Un pase atrás que interceptó Tascón. Su lanzamiento abajo lo despejó Zabal. Morcillo se hizo con el rechace y el portero volvió a frustrar el intento rojiblanco. La balanza se inclinaba del lado bilbaíno. Zarraga probó fortuna de nuevo. Pero lo hizo con un chut que no inquietó al arquero visitante.
Poco a poco se fueron apagando los cachorros. Sancet dejó algún destello con su poderosa zancada para desatascar el juego. Del Calahorra no había noticias en ataque salvó algún amago en la estrategia. Aunque nada que preocupara seriamente a un Ezkieta que estuvo cerca de generar una acción de gol en el Bilbao Athletic con un saque en largo con la mano. Puso el cuero en el centro del campo para que Zarraga iniciara la contra. Su disparo se estrelló contra Zabal.
Las mejores opciones del filial del Athletic llegaron en los compases iniciales y en el último tramo del choque, cuando Vivian rondó el gol en un arranque de genialidad
Tampoco consiguió coger vuelo la escuadra local en el segundo tiempo. Dominaba la medular gracias a Vencedor, San Bartolomé y Sancet, sin embargo le costaba asomarse al área riojana. El Calahorra no se desarmó. Sancet se sacó de la chistera una volea lejana tras un control para enmarcar. El balón no se perdió por mucho. El Bilbao Athletic tuvo un arreón final. Más por querer que por fútbol. Córdoba rondó el gol en un córner. Cabeceó solo, aunque desviado. Y la última fue para Vivian en un arranque de genialidad en el descuento. Agarró el esférico a 40 metros, escorado al perfil zurdo, y se quitó de encima a varios rivales hasta plantarse en la frontal y disparar a puerta. Raso y potente. Se marchó rozando la cepa del poste.
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