El Burgos, gracias a su igualada en el estadio de La Romareda contra el Real Zaragoza, se aseguró la permanencia de forma matemática en Segunda división y evitó que el conjunto maño lo hiciera también ya que necesitaba ganar para lograrlo.
La derrota en esta jornada del Amorebieta permite a los castellanoleoneses cerrar con éxito una campaña cuyo objetivo era no descender y que se ha conseguido holgadamente y sin apenas agobios, por contra a cómo se suele presuponer a equipos recién ascendidos, de los que se espera que tengan que certificar su continuidad casi ‘in extremis’.
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El Real Zaragoza no logró la permanencia de forma real pero la tiene asegurada virtualmente desde hace jornadas aunque, fiel a su costumbre esta temporada, empató, y ya suma 19 igualadas en lo que va de campaña.
Diez empates como local y nueve como visitante que al final han contribuido a una salvación que parecía muy complicada hace un par de meses pero que también le han impedido poder jugar por su objetivo principal que era disputar la Promoción de ascenso.
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Con el empate el Real Zaragoza volvió a emborronar la mejoría que había experimentado en su estadio en las últimas jornadas ante un rival que tuvo las ocasiones más claras pero al que le faltó puntería.
La primera parte fue una oda al desatino y al desbarajuste por parte de ambos equipos pero especialmente de los propietarios del terreno de juego.
Errores en pases y controles, entregas al contrario sin estar presionado y falta de sincronización en las jugadas convirtieron los primeros 45 minutos en un aburrimiento continuo.
Con un equipo maño que todavía no se había levantado de la siesta y un Burgos más intenso pero poco acertado la calidad en el juego brilló por su ausencia.
Solo dos chispazos despertaron del bostezo continuo y de la astracanada al público del estadio zaragozano: en el minuto 25 José Matos enganchó de volea un córner que se estrelló en el poste derecho de la meta de Cristian Álvarez y en el 43 una acción individual de Borja Sáinz, que se fue de tres contrarios aunque remató desviado.
Esas dos acciones fueron lo único destacable en medio de la nada en un juego que parecía más un encuentro de pretemporada que de competición oficial.
Tras el descanso las cosas no mejoraron mucho. El juego siguió por los mismos derroteros con nuevos errores, fallos continuos y sin atisbarse la más mínima mejora hasta que “Guillermo” Fernández, en el 62, sacó del sopor a la grada a la que asustó en una llegada con un remate que envió con apuros a saque de esquina el meta local.
En medio de la mediocridad el Burgos se mantuvo más intenso y Asier Córdoba enviaba al larguero un saque de esquina en el 83 ante un conjunto aragonés que puso más ganas pero que siguió con el mismo desatino hasta el final.
– Ficha técnica:
0 – R. Zaragoza: Cristian Álvarez; Fran Gámez, Francés, Jair, Nieto; Vada (Narváez, m.61), Zapater (Francho, m.61), Eugeni (Petrovic, m.87); Bermejo, Alvaro Giménez (Sabin Merino, 73) y Borja Sáinz (Puche, m.73).
0 – Burgos: Herrero; Córdoba, Álvaro Rodríguez (Navarro, m.74), Miguel Rubio, Grego Sierra, Matos (Fran García, m.83); Valcarce, Elgezabal, Andy (Mumo, m.78); Juanma (Ernesto, m.78) y Guillermo (Medina, m.74).
Goles:
Arbitro: López Toca (Comité Cántabro). Amonestó con tarjeta amarilla a Borja Sáinz por los locales y a Miguel Rubio, Córdoba y Alvaro Rodríguez por los visitantes.
Incidencias: partido correspondiente a la jornada 37 de Liga de Segunda división disputado en el estadio de La Romareda de Zaragoza ante unos 17.000 espectadores.