El Alavés pierde su primer partido en esta campaña. El Sevilla, que sale de Mendizorrotza como líder de la Liga, basa su victoria en una notable primera mitad en la que sometió a su adversario. A partir del minuto 57, con Manu como revulsivo, reaccionó el conjunto babazorro pero, su falta de precisión y remate, además de la pésima actuación de Hernández Hernández, que no pitó un muy claro penalti sobre Aleix
Vidal, le privaron de la recompensa.
Esta vez, el corazón no bastó ante un muy poderoso rival. Julen
Lopetegui supo anular al Alavés hasta el descanso y, en la segunda mitad, con los locales volcados, su equipo demostró que, además de una calidad impresionante, atesora una gran capacidad de trabajo y tuvo las ocasiones más claras para sentenciar, como un disparo al poste de Lucas
Ocampo, imparable ayer, a la base del poste en el minuto 83, cuando el partido ya estaba roto.
Un dato. El Alavés no disparó ayer ni una sola vez con peligro entre los tres palos. Mucho tiene que trabajar en ataque porque, cuando con el corazón no basta y el marcador está en contra, al equipo ahora mismo le faltan conjunción, precisión en el pase y remate para salir adelante.
Sufrió el cuadro albiazul en una primera mitad en la que se vio sometido por un rival que, lejos de buscar los centros a portería, filtraba por raso buenos balones al área que crearon muchos problemas a la zaga local, donde Rodrigo
Ely fue el líder.
Empezó valiente el Alavés, con Joselu y Lucas
Pérez en punta y presión adelantada, pero los de Lopetegui la superaban con buenos cambios de orientación y creaban peligro por la derecha, con Jesús
Navas y, sobre todo, Lucas
Ocampos, muy activos. Apostó Asier
Garitano por un equipo más ofensivo, con Pere
Pons en el centro del campo y dos puntas, pero en esta ocasión, un gran Sevilla le neutralizó y superó hasta el descanso.
Tuvo la primera ocasión el cuadro gasteiztarra en el minuto 8 gracias a una contra en la que Lucas
Pérez filtró un buen pase a Joselu, que se escapó en carrera y disparó demasiado cruzado muy cerquita del poste.
A partir de ahí, tocó sufrir ante un Sevilla que se adueñó del choque gracias a su gran calidad y capacidad para presionar. Cerró la primera parte el cuadro hispalense con un 71% de posesión y creando mucho peligro sobre la portería de Pacheco, con un remate de espuela de Ocampos en el 14 que rechazó el meta alavesista en una gran exhibición de reflejos.
Asier
Garitano corrigió posiciones y su equipo, más encerrado en su campo, al menos se defendió con mayor orden. Sin embargo, volvió a la carga el Sevilla, elaborando mucho las jugadas, metiendo a muchos jugadores por dentro y llegando fácil a la frontal del área.
En el 34, Pacheco despejó de puños con muchos apuros ante el acoso de Carriço un balón de Luuk
de Jong que rebotó en Rodrigo
Ely. En el 37, llegó el 0-1 gracias a un magistral lanzamiento de falta de Joan
Jordan, que sigue siendo una pesadilla para el Alavés.
Manu, revulsivo
Buscó darle la vuelta al choque el de Bergara y lo logró a partir del minuto 57, cuando Manu entró por un apagado Lucas
Pérez y ejerció de revulsivo. Recuperó el Alavés la esencia que tan buenos resultados le reportó en las tres primeras jornadas. Mucho trabajo en el centro del campo y fútbol directo buscando las bandas para enviar centros laterales al área.
Oliver
Burke se estrenó ayer con 44 minutos para la esperanza. Sin embargo, al equipo le falta alguien capaz de crear fútbol entre líneas y precisión en los pases. Hasta la fecha, no ha encontrado todavía sus referentes ofensivos por banda, algo vital para un equipo que depende al cien por cien de sus internadas por los costados.
Penalti no pitado
Además de con un gran rival, se topó ayer el Alavés con Hernández
Hernández, un colegiado que siempre miró al lago del equipo grande, el Sevilla, en todas las acciones dudosas. Su error más grave llegó en el 65, cuando no pitó una clarísima pena máxima por un pisotón de Fernando a Aleix
Vidal dentro del área. Al árbitro le falto en esa acción la valentía que tuvo para repartir tarjetas entre ambos equipos.
Se volcó el Alavés pero tuvo las más claras a la contra el Sevilla. Lucas
Ocampos, omnipresente ayer, estrelló su disparo contra la madera en el 83 y puso a prueba a Pacheco con otro durísimo lanzamiento en el 88.
Tuvo hasta cuatro claras el cuadro babazorro al final. Dos de Manu, que en ambas remató fuera por poco, una de Ely, que no llegó por milímetros en excelente posición, y la última de Joselu, que cruzó en exceso su disparo.
Llega la primera derrota ante el que probablemente es el equipo más en forma en este arranque de Liga. El Alavés cayó con la cabeza alta, pero este choque seguro que deja muchas conclusiones para reflexionar al siempre analítico Asier
Garitano.
Deportivo Alavés, 0
Pacheco (3); Martín (2), Laguardia (2), Ely (4), Rubén Duarte (3); Aleix Vidal (2) (Borja Sáinz (2), m.70), Pere Pons (1) (Oliver Burke (2), m.46), Tomás Pina (2), Wakaso (3); Joselu (2) y Lucas Pérez (1) (Manu (4), m.59).
Sevilla C.F., 1
Tomás Vaclík (2); 16 Jesús Navas (4), 20 Diego Carlos (2), 6 Carriço (3), 23 Reguilón (3); 10 Éver Banega (2), 25 Fernando (2), 24 Joan Jordán (3) (Nemanja Gudelj (2), m.67); 5 Lucas Ocampos (4), 19 Luuk de Jong (1) (Chicharito Hernández (2), m.69) y 21 Óliver Torres (2) (Franco ‘El Mudo’ Vázquez (2), m.77)
GOLES
0-1, m.37. Joan Jordán
ÁRBITRO
Hernández Hernández (Comité canario) (1)
Mostró amarillas a Oliver Burke (m.47), Carriço (m.57), Reguilón (m.74), Rubén Duarte (m.77), Gudelj (m.89), Borja Sáinz (m.92), Lucas Ocampos (m.92), Diego Carlos (m.92), Laguardia (m.92) y Wakaso (m.92).
ESPECTADORES
16.309 espectadores
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