0-1: Una brava Real da un susto al Bayern

Brava, muy brava la Real ante un Bayern muy superior que se lleva una ventaja mínima a la vuelta del próximo jueves en Alemania, pero también un susto de Anoeta. Y es que la Real  peleó su destino hasta el último minuto de su bautismo en la Champions League, buscó con ahínco y acarició el empate ante 11.479 espectadores en Anoeta, pero se llevó una derrota lógica y justa. Nerea Eizagirre tuvo el empate, pero la suerte se topó con el larguero. 

Las realistas pagaron su novatada encajando su único tanto en la última jugada de un primer tiempo en el que habían aguantado a la perfección las embestidas alemanas.  En el segundo, tras un paradón de Lete, la entrada de Sarriegi les inyectó poder ofensivo y convicción en un milagro que no llegó, pero en el que se debe creer para la vuelta.

Dos cambios

Natalia Arroyo sólo introdujo dos cambios en su alineación con respecto al duelo liguero de tres días antes contra el Villarreal: Poljak y Tejada por Le Guilly y Maddi.  La Real, como había prometido su entrenadora, salió valiente y fiel a sí misma, iniciando desde atrás y buscando siempre a la jugadora libre para avanzar. No le arredró la presión de las alemanas y su físico superior e imponente que les permitían cerrar todos los caminos. Precisamente de los robos teutones a la salida de balón de las donostiarras nacieron las primeras acciones de un equipo, el bávaro, que además imprimía una precisión casi milimétrica a sus pases.  La posición adelantada de las dos carrileras generaba superioridad en los flancos, donde Poljak y,  sobre todo, Bernabé achicaban como podían. 

En el 10′ un balón de Simon ya salió susurrando groserías a la escuadra, pero el susto hizo que las realistas tocaran a rebato. Se ajustaron y comenzaron a encontrar por dentro a Nerea Eizagirre, un verso libre por delante de la guardia pretoriana compuesta por Iris, Gaby y Gemma y por detrás de Franssi y Jensen, que no hallaron ocasiones de correr a la espalda de la zaga del Bayern. De las botas y el talento de la capitana realista nacieron los primeros acercamientos donostiarras: un libre indirecto que no se fue lejos del ángulo, un pase de la muerte sin rematadora y un cabezazo tras un centro de Gaby. 

Gaby la tiene antes del 0-1

No obstante,  poco a poco las alemanas fueron conquistando  territorios hacia la portería de Lete y pusieron el modo rodillo en corto y en largo. Dallmann puso a prueba la solidez del poste de la portería aprovechando un balón largo de la portera Grohs , pero las excelentes prestaciones de Tejada y Specht en el eje abortaron las embestidas teutonas hasta ese rejón en la última jugada antes del descanso. 

Sólo un instante después de que rozara el poste y por lo tanto el gol Gaby, a la media vuelta rematando un balón excelente cocinado por Bernabé, con quiebro y centro, hirieron de muerte las germanas. Bühl lanzó a la espalda de Specht a Schüller, que cruzó ante Lete. Sensación de haber muerto en la orilla.    

Roza el 1-1

La Real salió con otros bríos tras el descanso, con la entrada de Andreia, pero sobre todo se volvió venenosa y amenazante con la inclusión de Amaiur Sarriegi. Aguantaron vivas las locales las primeras dentelladas del Bayern, un fallo de Bühl y un remate a bocajarro de Schüller que sacó, de manera espectacular lanzándose hacia atrás, la portera Lete. 

Pero Sarriegi lo cambió todo, concedió a la Real un dominio que no había podido tener y cedió para que la maga Eizagirre se topara con el larguero desde la frontal. También tocó Grohs para evitar el 1-1. Otro centro-chut de la ’10’ estuvo a punto de colarse. Las alemanas  trasladaron su residencia a las inmediaciones de su área. Pudieron matar a la contra y Rall estuvo a punto de hacerlo; pero la última gran acción fue de Amaiur, que remató alto delante de la portería tras un delicioso centro de Gaby.

Brava la pelea hasta el final de las gudaris realistas, que tratarán de resarcirse el jueves que viene en la vuelta en Alemania.