1-0: El Real Zaragoza se despide de La Romareda con un triunfo

El Real Zaragoza cerró la actual temporada en su estadio de La Romareda con una victoria sobre el Lugo (1-0), algo poco habitual para un conjunto aragonés que en su estadio solo ha sido capaz de ganar siete partidos, contando el de los gallegos, de los 21 encuentros que ha disputado.

Tras una campaña marcada por una nueva decepción, y ya van nueve desde que descendió de Primera división, el equipo aragonés logró al menos acabar ante su sufrida afición con un triunfo que en ningún modo palía la mala temporada del equipo pero que, al menos, deja un sabor menos amargo pensando en un curso 2022-23 que estará marcado por la ilusión de la llegada de una nueva propiedad de la que se espera que pueda cambiar la deriva en la que se encuentra inmerso el club aragonés.

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El equipo de José Ignacio Martínez ‘JIM’, con la victoria, rompió una racha de cinco encuentros sin ganar gracias un único tanto fabricado por los dos cambios del descanso, Iván Azón y Valentín Vada, que le dieron otro aire al equipo en la segunda mitad aunque el triunfo también se vio favorecido por la inferioridad de los gallegos desde el minuto 57 por la expulsión de Xavi Torres.

La bronca del técnico zaragocista, Juan Ignacio Martínez ‘JIM’, y del director deportivo del club, Miguel Torrecilla, en la semana previa al partido de la pasada jornada contra el Real Oviedo, y que funcionó en el Carlos Tartiere, pareció tener fecha de caducidad anterior al enfrentamiento contra el conjunto gallego porque la comparación con aquel encuentro fue odiosa.

Un conjunto aragonés lánguido volvió a dar una mala imagen ante un rival mucho más intenso, más metido en el partido y que puso más sobre la balanza de la intensidad del juego en la primera mitad, lo que desembocó en que fue superior.

Los hombres de Rubén Albés, especialmente en el inicio del encuentro, tuvieron hasta tres ocasiones para haber inaugurado el marcador.

La primera de ellas, de Sebas Moyano, la salvó un Cristian Álvarez muy inspirado y en las otras dos, de Chris Ramos y el propio Sebas Moyano, faltó precisión porque una se marchó fuera y la otra a las manos del meta argentino del conjunto ‘blanquillo’.

Por contra, el conjunto aragonés fue incapaz de llegar al área rival con un mínimo de peligro y su único disparo con intención se produjo en el minuto 41 por medio de Sabin Merino que salió cerca del larguero.

Los cambios en el descanso con la entrada de Iván Azón y de Valentín Vada le dieron más energía al conjunto maño que tuvo una gran oportunidad en el minuto 53 con un remate de Sergio Bermejo que rozó el portero y acabó en el larguero.

Aún así el juego no subió demasiados enteros y el público, que había silbado notablemente a los suyos en el descanso, se entretuvo aplaudiendo, como si de un gol se tratase, la expulsión, VAR mediante, de Xavi Torres y posteriormente le dio la mejor ovación de la noche a Dani Lasure, que no disputaba un partido oficial desde diciembre de 2020 debido a haber sufrido un cáncer.

Sin embargo, un gran pase del central Alejandro Francés a Iván Azón permitió a este internarse en el área y dar el pase de la muerte a Vada para abrir el marcador en el minuto 74 que, a la postre, fue el de la victoria aunque el Lugo tuvo un par de oportunidades para haber empatado, en el 84 con un cabezazo al larguero del recién ingresado Leandro Antonetti y en el 87 con un disparo ajustado al poste de Jaume Cuéllar.