1-1: Amaiur rescata a una Real presa del despropósito

Amaiur Sarriegi salvó los muebles de un despropósito en el que se fue convirtiendo el partido entre la Real y el Granadilla en Zubieta. El rescate de la donostiarra en el último minuto de la prolongación fue el final a una acumulación de tiros en el pie: múltiples ocasiones al limbo, un fallo estrepitoso de Specht en el 0-1, discutibles intervenciones arbitrales y mucha tensión. Quizá consecuencia de que todo estaba saliendo cruz para las de Natalia Arroyo.

Una Real superior se chocó contra una defensa efectiva y una portera, Ramos, estelar. Pero hubo oportunidades que fue difícil de digerir desperdiciarlas. Como un dribling de Amaiur, el doble remate de Jensen al palo y con la portería vacía, otro de Eizagirre sin portera que también conjuró la defensa tinerfeña. La meta del Granadilla se lució, además, ante Vanegas en la estrategia y a tiro lejano de Allegra.

A Amaiur le anularon un gol por fuera de juego inexistente de Gemma Gili, claramente habilitada, antes de que Specht cometiera el error de pasar suave con la cabeza a Lete, que no arregló el desastre. Blom castigó a la Real en el segundo acercamiento del Granadilla, cuando corría el minuto 78. La situación era límite, Eizagirre colgó una falta en el área y Amaiur remató a la red ante la salida en falso de Ramos, hasta entonces imbatible. No podía tener este rocambolesco partido otro desenlace, accidentado y rodeado de protestas. Gavira fue expulsada y la grada recriminó pérdidas de tiempo a un Granadilla que hizo la vida imposible a la Real. En tres jornadas, otros tantos empates para las txuri urdin, que no arrancan y que a punto estuvieron de pagar con derrota su radical falta de puntería