No pasaron del empate Milan y Atalanta (1-1) en un partido entretenido sobre todo en la primera parte. El resultado, con goles de Çalhanoglu y Zapata, deja a la Juventus a las puertas de su noveno Scudetto consecutivo si gana el próximo domingo ante la Sampdoria.
Hace tiempo que Atalanta se rebeló contra aquellos que tachaban al fútbol italiano de defensivo. Como una aldea gala -en este caso bergamasca- resisten los hombres de Gasperini haciendo buen fútbol y goles. Unos 96 y subiendo. Y con la misma idea saltaron pues al césped de San Siro a jugar frente al Milan. Con el ‘Papu’ haciendo de Asterix y Zapata de Obelix. El argentino comandaba a los suyos con su particular periscopio de 1,65 cm mientras que el colombiano fijaba centrales. Los locales, como los romanos, respiraban esperando su momento y, contra todo pronóstico, lo encontraron temprano.
Fue a través de una falta lateral botada por Çalhanoglu en el minuto 14. El turco, ajeno a todo lo referente a su futuro, acarició el balón y lo puso donde quiso, en la escuadra más lejana de Gollini que acompañó al cuero hasta la red. Sin mucho ruido, el Milán ya iba por delante. Las nueces, sin embargo, las siguió buscando el Atalanta. Primero con un penalti claro que falló Malinovskyi -porque decir que lo paró Donnarumma resta culpa al fatal golpeo del ucraniano- y luego, ya con premio, con un rechace recogido por Zapata que terminó por batir al joven portero. Empate y a seguir.
Eso debió pensar el Atalanta porque, tras el gol, siguió buscando otro más para alimentar sus números ante un Milan que se movía entre la desesperación y las quejas de Ibrahimovic, desaparecido durante la primera parte.
Segunda mitad a la baja
Ya en el descanso, y con el carrusel de cambios despegando, el partido cogió un tono más aburrido. Siguió igualado y ninguno pareció preocuparse por querer cambiar de idea. Algo más, si se permite, el Atalanta, por aquello de que marchaba segundo en la tabla y debía alargar todo lo posible el alirón de la Juventus. Al Papu Gómez se le fue acabando la gasolina y a Zapata desviando la mira. Ambos tuvieron ocasiones pero no tan claras como la del disparo al palo que estrelló Bonaventura en un contragolpe del Milan muy bien llevado por Rafael Leao.
Y es que a eso se dedicaron los de Pioli, a esperar y salir pero tampoco les dio resultado y se tuvieron que conformar con el empate que les deja sextos a cuatro puntos del Nápoles que tiene aún que jugar su partido esta jornada.
El conjunto de Atalanta, por su parte, deja a dos puntos al tercero, el Inter y a cinco a la Juve que, si gana este domingo, seguirá reinando en Italia sin oposición.
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