Mientras el Nantes ganaba 2-1 al Qarabag con un tanto en el minuto 95, el Olympiacos, necesitado de una victoria del cuadro francés para seguir con vida en la Liga Europa, cayó eliminado tras empatar 1-1 ante el Friburgo con un tanto en el tiempo añadido de Lukas Kubler que amargó la noche al equipo de Míchel.
El Olympiacos necesitaba ganar y esperar una victoria del Nantes sobre el Qarabag que llegó en el último suspiro. No hizo su trabajo, pero por lo menos se quedará con el consuelo de que estuvo a un paso de superar a uno de los equipos de moda de la Liga de Alemania. Junto al Unión Berlín, el Friburgo es una de las gratas sorpresas de la Bundesliga en el primer tramo del curso.
Míchel llegó a un equipo errático en la Liga Europa y mal clasificado en la Liga de Grecia. Sus dos partidos anteriores por el continente, ambos ante el Qarabag, sellaron su destino tras caer 0-3 y empatar 0-0. Prácticamente necesitaba un milagro en Alemania que nunca llegó.
Fue Youssef El Arabi quien le dio una pequeña alegría a Míchel. A los 17 minutos, aprovechó un remate de Pep Biel desde el punto de penalti para recoger el rechace y subir el primer tanto al marcador.
El Friburgo, ya clasificado antes del inicio del duelo, no pisó al acelerador, pero en el último instante, en un remate de cabeza de córner, Kubler no perdonó y selló otro pinchazo del Olympiacos, abonado a la tragedia esta temporada: casi a la vez, en Nantes, Igniatius Ganago marcaba el minuto 95 para hacer aún más doloroso el enésimo pinchazo del Olympiacos en la Liga Europa.