El CD Tenerife dilapidó en los instantes finales el que hubiese sido un triunfo ante un diezmado CD Lugo que, salvo el tramo final, se pasó casi todo el encuentro replegado para contener las acometidas de su rival.
La temprana expulsión a los ocho minutos del lucense Hugo Rama supuso una radical modificación en el devenir del encuentro, después de la dura entrada que le propinó al local Zarfino, hecho que proporcionó una sustancial ventaja al cuadro insular.
Este revés lucense no sólo trastocó los planes de su entrenador, sino también los del técnico local, que se aprovechó de esta adversidad para fortalecer su ataque con la entrada de Shashoua, pero esta estratagema no arrojó resultados.
Un disparo de Nono al filo de la media hora fue la primera clara tentativa tinerfeña, pero el balón se fue fuera, mientras que en el minuto 38 fue Fran Sol el que si estuvo acertado al rematar a la red un pase de Zarfino, después de anticiparse a un confuso Djalo.
Con esta ventaja y un Tenerife netamente superior al Lugo concluyó la primera parte, para reanudarse poco después el juego con el esbozo táctico predominante desde el inicio del encuentro, con mucha posesión local, pero sin generar peligro para Cantero.
Así transcurrieron los minutos hasta que en el 63 Vada estuvo a punto de sorprender a Cantero, pero su disparo desde fuera del área se fue junto al poste izquierdo, mientras que el propio cancerbero evitó en el minuto 76 el segundo tanto local, al evitar que entrara en su marco un franco remate de Moore.
Esta falta de definición resultó letal para la hueste insular, puesto que envalentonó a un rival lucense que trató de buscar la igualada, y cuando todo hacía presagiar que no llegaría emergió Juanpe, que, con un inapelable disparo, aprovechó en la prolongación un error de Sipcic para batir a Ortolá.
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