1-1: El 'Tigre' da un zarpazo a las opciones Champions de la Real

La Real dejó escapar dos puntos de su duelo en Vallecas y ve alejadas sus opciones de acercarse a los puestos Champions y de distanciarse del séptimo y el octavo clasificado. Un zarpazo del ‘tigre’ en el minuto 77 hizo que se escapara una victoria por la que la Real opositó durante una primera parte de control absoluto en la que se adelantó por mediación de Sorloth.  No obstante, tras una clara ocasión de Januzaj para el 0-2, los txuri urdin se quedaron a merced de un Rayo Vallecano que encontró las llaves con la entrada de Trejo y Falcao. Hasta ese momento, Remiro había sujetado a los suyos con extraordinarias intervenciones.

Imanol sorprendió en el diseño de su ‘once’, especialmente con la alineación de Asier Illarramendi, cuyo papel durante todo el curso ha sido testimonial. Portu y Gorosabel encarnaron las otras dos novedades de la escuadra txuri urdin, que respetó el rombo en la medular de los últimos partidos. En el Rayo, Iraola prefirió preservar a un Valentín que llegó muy justo y cargado y a Falcao, ‘missing’ durante muchas semanas.

Rodillo txuri urdin

La Real fue un auténtico rodillo durante 40 minutos del primer tiempo en los que aplastó al Rayo, aunque sólo pudo plasmar su insultante superioridad con el golazo de Sorloth. A los de Imanol les faltaron puntería y temple para sentenciar antes del descanso porque hasta el minuto 41, en el que el Rayo chutó por primera vez a puerta, la posesión fue del 73%.

Quién más errático estuvo de cara a puerta fue Portu, bloqueado por la falta de confianza y la ansiedad que le provocan no haber marcado un solo gol en todo el curso liguero. El más precipitado e impreciso en las decisiones importantes fue, sin embargo, Merino. Portu marró dos ocasiones clamorosas en los primeros 12 minutos, dos duelos directos con el portero. En la primera tarda en exceso en ejecutar y permite que llegue Fran García para taponar, todo ello tras una portentosa conducción de 50 metros de un exuberante Zubimendi. Poco después, al atacante de Beniel, sensacionalmente habilitado por Sorloth,  se le escapa el control ante Dimitrievski, que le arrebata todo el espacio. 

La Real impedía, con una inteligente presión en todo el campo, que el Rayo saliera desde atrás, le asfixió y eso le permitía robar en zonas adelantadas. Illarra probó suerte con una falta directa, pero el que rompió la sequía fue Sorloth con un latigazo espectacular con la zurda, producto de una brillante jugada colectiva comenzada por Le Normand. Gorosabel cedió el cuero al vikingo txuri urdin y éste condujo el cuero, frenó, se orientó hacia atrás, protegió el esférico con su imponente figura y marcó con un misil por bajo. 

El tanto no sentó bien a los realistas y soliviantó al Rayo Vallecano, que por fin reivindicó su rol de protagonista en el partido. Remiro primero despejó un difícil intento de Comesaña encabritado por un bote y atajó un chut raso ulterior de Álvaro García. La primera parte  terminó con un Rayo volcado y un disparo al lateral de la red de Unai López. 

La tuvo Januzaj

Ambos entrenadores realizaron un doble cambio al descanso. Imanol introdujo a Aritz y Januzaj por el amonestado Zubeldia e Illarra. Y el belga, gracias a un gran pase de Rafael, rozó el gol con la diestra, pero de nuevo se topó con el portero. Merino estuvo a milésimas de segundo de llegar al rechace. 

No obstante, esa ocasión marrada dio paso a unos minutos de sufrimiento y desorientación de la Real. El Rayo comenzó a ser agresivo en campo enemigo y rompió la brújula realista. Esto hizo que los txuri urdin se hundieran en demasía en torno a su área. Y el Rayo lo aprovechó para buscar el gol con disparos lejanos. Remiro estuvo inspirado para rechazar los misiles de Fran García y Valentín, ambos con todo el tiempo y el espacio para golpear. 

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La Real no reaccionó durante una segunda parte en la que se partió en dos. Isak, Sorloth y Januzaj apenas colaboraban en tareas defensivas y al final, de tanto achicarla, el agua entró en casa. Entraron Trejo y Falcao y entre los dos, por el flanco izquierdo, urdieron el empate. El primero cedió a Álvaro García, que chutó al palo tras la intervención de Remiro, pero llegó el ‘tigre’ para remachar a placer. Llevaba un minuto en el campo. Fue el justo castigo a una Real excesivamente lánguida y contemplativa.

Los últimos minutos no fueron tan trepidantes como se podía esperar. Ambas escuadras parecían conformarse con la igualada.