El delantero iraní Sardar Azmoun, que en los días previos había mostrado su apoyo a las protestas en su país por la muerte de la joven Mahsa Amini, detenida por la Policía de la Moral por no llevar “una vestimenta acorde con los cánones islámicos”, anotó este jueves el gol más importante de su carrera.
Un gol que no sólo sirvió para empatar (1-1) el encuentro amistoso que enfrentó este martes en la localidad austríaca de Maria Enzersdorf al conjunto iraní contra Senegal, vigente campeona de África, sino también para volver a poner de relieve su apoyo a las protestas que se producen estos días en su país.
Azmoun, que juega en el Bayer Leverkusen alemán, se atrevió a desafiar las normas que impiden a los futbolistas manifestar sus opiniones durante la concentración del equipo nacional y mostró públicamente su apoyo a las protestas con un mensaje a través de las redes sociales, que podría costarle su continuidad en la selección iraní.
Su mensaje por Twitter
“No puedo quedarme callado y si el castigo es ser expulsado de la selección nacional, es un pequeño precio a pagar por un solo mechón del pelo de una mujer iraní. Deberían avergonzarse por la facilidad con la que pueden asesinar a una persona. Larga vida a las mujeres iraníes”, señaló Azmoun.
Un mensaje que desapareció de las redes sociales del jugador horas después.
Azmoun, que inició el encuentro desde el banquillo, firmó el definitivo empate (1-1) al enviar a la red un centro de Mehdi Taremi. Un gol en el minuto 62 que el delantero iraní apenas festejó. Nueve minutos antes el defensa Morteza Pouraliganji había avanzado con un autogol a Senegal, cuya figura Sadio Mané jugó los 90 minutos.
A puerta cerrada y con protestas en el exterior
El choque entre Irán y Senegal, dos selecciones que participarán en el Mundial de Qatar, se jugó a puerta cerrada y estuvo marcado por las protestas que se produjeron frente al estadio antes del inicio del encuentro y en las que participaron un centenar de personas, según la policía, como recoge el diario austríaco Kronen Zeitung.
Igualmente muchos han querido interpretar como un gesto de apoyo a las protestas los plumas negros, en los que no figuraba ni el nombre ni el escudo, así como ningún símbolo nacional de Irán, que lucieron los integrantes de la selección iraní durante la interpretación del himno antes del inicio del encuentro.
Una ola de protestas con víctimas mortales
La muerte de Mahsa Amini, de 22 años, tras ser detenida por la Policía de la Moral por llevar mal puesto el velo, ha generado importantes protestas en Irán en las que han muerto 41 personas, según el último recuento de la televisión estatal IRIB de hace dos días.
Una cifra que, según la ONG Iran Human Rights, con base en Oslo, asciende a 76 fallecidos.