1-1: La Real, a un cuarto de hora de la heroica

Los gestos del final del partido hablaban por sí solos. Inconformismo. La miel en los labios. Pura rabia en una Real que se sabe comensal en la misma mesa de los mejores. Por eso lamentaban Nerea Eizagirre, Gaby García y hasta una cara nueva como Andreia Jacinto el empate, en cuanto la árbitra señaló la conclusión del choque. Les supo a poco sumar un punto en el campo del Atlético de Madrid. Una sensación que aclara la altura en la que quiere volar esta Real.

A un cuarto de hora de entonar la heroica se quedó la Real. 15 minutos antes de que el punto se repartiera por cada bando, el Atlético de Madrid neutralizó a las de Arroyo, que hasta entonces se habían comportado en Alcalá de Henares como un equipo grande. El entrenador local acertó al apostar, en uno de sus cambios, por meter en el campo a Ajibade. Fue la veloz delantera que rompió a la defensa de la Real. No sólo en el 1-1 de Sheila en el minuto 77, sino en todo el tramo final de un partido dirimido codo con codo.

Todas las jugadas con rango trascendental del partido se decidieron al límite. Como si la Real supiera que ha llegado el momento en que un partido en el campo del Atlético de Madrid vale m´as de tres puntos. Así es. La intensidad fue máxima, igual que la precisión con que se tuvieron que emplear las txuri urdin para llevar el duelo a su terreno. En estas artes se manejaron mejor que nadie Nanclares, sobresaliente bajo palos, Bernabé, la gran sensación de la temporada en la Real, y Nerea Eizagirre, catedrática en la universidad de la técnica. Gaby García, haciendo menos ruido, también intervino en las acciones decisivas.

Tres una primera mitad de respeto mutuo en la que Nanclares obró dos milagros en cuestión de segundos, antes Ludmila y Cardona, y en la que Amaiur se inventó una jugada personal que Moraza salvó in extremis, la Real se avanzó nada más reanudarse el choque. No podía tener otras protagonistas el momento en el que se resquebrajó el empate a cero. Gaby remató al larguero de cabeza y la árbitra vio mano de Van Dongen dentro del área. Nerea Eizagirre, la gran estrella de la Real, dirigió el balón a las inmediaciones de la escuadra en un penalti magistral. Su siguiente demostración fue estrellar un córner desde el lado menos natural en el larguero.

Le Guilly perdonó el segundo antes de que Ajibade agitara al Atlético de Madrid. Una internada letal de la delantera desembocó en el remate a la red de Sheila a un cuarto de hora para el final. Un gol de libro, al que llegaron con unos segundos de retraso Le Guilly y Tejada. La Real no se achicó, sino que aspiró al segundo gol. Cinta arrebató la gloria a Franssi y Gallardo despejó un peligroso chut lejano de Gaby. La Real, con este empate, durmió a cinco puntos del líder.