El Real Zaragoza y el Real Oviedo firmaron unas tablas (1-1) incómodas para ambos en el estadio de La Romareda ya que el punto sumado no les permite alejarse del descenso.
Ambos equipos llegaban a este enfrentamiento con el mismo número de puntos, victorias, empates y derrotas, goles a favor y en contra en lo que parecía un partido contra el espejo en ambos casos. Teniendo en cuenta los precedentes y la trayectoria de ambos no parece extraño que el choque acabase en empate.
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La igualada no permite a nadie tomar aire por lo que los dos siguen con la espada de Damocles pendiendo sobre sus cabezas dada su cercanía al descenso.
El empate volvió a dejar en evidencia la endeblez de un Real Zaragoza que no mejora, da igual que sea fuera o en casa, y que empieza a dejar a su técnico, Juan Carlos Carcedo, cada vez más señalado.
El preparador zaragocista tuvo que oir “Carcedo vete ya” coreado por un amplio sector de La Romareda en los instantes finales del encuentro.
Lejos de conseguir que La Romareda sea un estadio incómodo para sus rivales y de donde es complicado obtener puntos, el conjunto ‘blanquillo’ sigue en la dinámica de temporadas pasadas en las que era sencillo obtener algo por la incapacidad local y el equipo del Principado lo aprovechó, como casi todos los que han pasado por él.
Al conjunto maño no se le pudo poner de cara el partido más pronto, en el minuto 3, tras una acción de pillería de los dos puntas y únicos jugadores que han marcado hasta ahora, Giuliano Simeone e Iván Azón.
El argentino sacó rápido un fuera de banda para el canterano zaragocista que ya había iniciado la carrera y que batió con un sombrero al meta foráneo, Tomeu Nadal.
Sin embargo, lo que parecía prometer se quedó ahí. El tiempo se detuvo en La Romareda porque poco más pasó de importancia sobre el césped.
A los carbayones el colegiado les anuló un gol de Javi Mier por fuera de juego y Giuliano Simeone pudo haber puesto el 2-0 en el 43 con un remate picado de cabeza en un córner que salvó con una gran parada el meta de conjunto ovetense.
Esa fue toda la pólvora en los primeros 45 minutos aunque al conjunto aragonés le beneficiaba que pasara lo menos posible por lo que no se complicó la vida sacando el balón de atrás y solo en zona de tres cuartos lo manejaba mientras que su rival no era capaz de poner en peligro la meta de Cristian Alvarez.
Y si rápido había sido el gol maño al comienzo del partido, también lo fue el de su rival tras salir de vestuarios porque llegó en el cuatro de la segunda parte tras un saque de esquina.
El local Jaume Grau tocó con la cabeza elevando el balón varios metros que cayó junto al poste donde el meta Cristian Alvarez realizó un tímido despeje que fue a Angel Montoro para que este no desaprovechara la ocasión para empatar.
Y eso que Valentín Vada pudo haber cobrado más ventaja para los locales previamente con una falta que salvó la cabeza de Borja Bastón cuando llevaba visos de colarse en la meta ovetense.
El gol visitante animó el partido y el peligró comenzó a rondar ambas áreas aunque fueron los visitantes quienes, con Borja Bastón de punta de lanza, dieron más sensación de peligro.
Con el partido abierto el Oviedo puso un par de centros al corazón del área que no encontraron rematador pero también Nadal salvó a los suyos en el 88 con una gran parada a remate de recién ingresado Alberto Zapater que fue la última oportunidad del partido.
– Ficha técnica:
1 – R. Zaragoza: Cristian Alvarez; Larrazábal (Bermejo, m.70), Lluís López, Jair, Fuentes; Petrovic (Manu Molina, m.46); Francho (Fran Gámez, m.46), Jaume Grau, Vada (Zapater, m.80); Giuliano Simeone e Iván Azón (Puche, m.70).
1 – R. Oviedo: Nadal; Rodri Tarín, David Costas (Lucas, m.46), Luengo, Pomares; Viti (Sangalli, m.81), Luismi, Montoro (Jimmy, 81), Bretones (Obeng, m.74); Javi Mier (Hugo Rama, m.55) y Borja Bastón.
Goles: 1-0. M.3. Iván Azón; 1-1. M.46. Montoro.
Arbitro: Milla Alvéndiz (Comité de Andalucía). Amonestó con tarjeta amarilla a Francho, Jaume Grau, Fuentes y Petrovic, del Zaragoza, y a Montoro y Javi Mier, del Oviedo, así como a su entrenador, Jon Pérez Bolo.
Incidencias: partido correspondiente a la novena jornada de Liga de Segunda división disputado en el estadio de La Romareda de Zaragoza ante 21.509 espectadores. El alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, entregó, a título póstumo, la Medalla de Oro de la Ciudad a José Luis Violeta, el jugador, junto a Xavi Aguado, que más veces vistió la camiseta del equipo aragonés, 471, que recogió su hijo.