1-2: Gesta de un Sanse muy eficaz y muy vivo en Valladolid

El Sanse es un equipo tan talentoso como desconcertante. Triunfo de oro del filial en uno de los escenarios más complejos de la categoría, como es el Nuevo Zorrilla de Valladolid, merced a un supremo ejercicio de eficacia, virtud que le ha faltado todo el año y ha desempolvado en las dos últimas jornadas para reducir la desventaja con la salvación de 10 a cuatro puntos a falta de cuatro partidos. Dos autogoles de El Yamiq tras sendos remates de Blasco y Sola bastan para conquistar otro de los escenarios históricos de Segunda, de los que se ha habituado a salir triunfal este año: El Molinón, Tartiere, ahora Zorrilla… Llegados al punto decisivo de la temporada, todo lo que Alonso toca, lo convierte en oro. Su táctica defensiva ante un Valladolid dominador y mermado por las bajas salió perfecta. 

Xabi Alonso se vistió con el traje de la prudencia en esta ocasión y trazó un 5-3-2 con una extraña delantera formada por Navarro, el mejor de los realistas, y Magunazelaia. Jugadores como Karrikaburu, Lobete, Roberto López o Alkain, habituales titulares, comenzaron en el banquillo. El Sanse aguantó en pie hasta el descanso pese al intenso dominio y la indiscutible posesión del Valladolid.

Buena defensa visitante

Le costó al cuadro de Pucela crear peligro, pese a que encontraron una vía de agua a la espalda de Ander Martín, donde Janko y Gonzalo Plata atacaban el espacio sin que Arambarri pudiese frenar esas acometidas. 

No obstante, la primera ocasión fue de Ander Martín. El Sanse lograba mantener su arco a cero y respondía al guion de Xabi Alonso montando alguna contra peligrosa. Una de ellas la lanzó Navarro, que habilitó con el ‘timming’ perfecto en el pase a Martín, cuyo disparo salió alto ante Masip.

En el lado contrario, Zubiaurre, de nuevo con la capa de héroe, salvó a los suyos al despejar un envío al palo largo de un profundo Plata. Urko, hecho un coloso,  salvó posteriormente un intento de Toni Villa tras un error de Zubiaurre al intentar evitar el córner. La última ocasión fue de Anuar, pero su remate salió demasiado cruzado tras el centro de Janko. El descanso fue un respiro para el filial.  

Doblete de El Yamiq en su portería

En la segunda parte, el Sanse redobló la apuesta  y se vio recompensado, ya que apenas permitió ocasiones del rival y tuvo una eficacia máxima de cara al arco rival. Casi en las dos únicas ocasiones en las que se estiró, anotó para sentenciar uno de los partidos sobre el papel más exigente del año. 

Toni Villa por la izquierda y  Plata por la derecha tocaron línea de fondo, pero no culminaron la acción y el que sí lo hizo fue el filial guipuzcoano, con la colaboración de El Yamiq. Navarro sacó petróleo con una falta forzada casi en el vértice del área. La ejecutó con mucha rosca Ander Martín, peinó Blasco y El Yamiq la impulsó a la red. 

El Valladolid se lanzó al ataque y comenzó a encontrar la espalda de la defensa de la Real. De hecho, celebró un gol, de Weismann, pero lo anuló el VAR por fuera de juego. 

Doble cambio decisivo

Alonso decidió entonces romper el ritmo de los castellanos con un doble cambio que también le salió a pedir de boca. Salieron Jonahan  Gómez y  Lobete, que fueron los que parieron el segundo tanto, obra de nuevo de El Yamiq en propia puerta. Magunazelaia no pudo rematar el centro de Lobete, pero sí lo hizo Sola, cuyo misil lo remachó el central local.

Tocaban minutos de sufrimiento, lógico, pero el Sanse, en un espectacular ejercicio de resistencia, logró sujetar el triunfo. Zubiaurre en dos ocasiones y Blasco evitaron el 1-2 antes de que llegara la genialidad de Iván Sánchez, que clavó el cuero por la escuadra. 

Se hizo larga para el equipo de Xabi Alonso la prolongación de seis minutos, pero la alegría al final fue inmensa. Otro grandioso escenario conquistado.