Por momentos sobrevoló en Ibaia el aroma de una goleada histórica, de esas que se ganan el título de escandalosas, por las radicales diferencias que se abren en el resultado. Pues bien, tampoco es que la Real se manejara con timidez a la hora de deshacer a su antojo a un Alavés roto por los cuatro costados por un rodillo desmelenado, aniquilador, en el que se convirtió el equipo de Arroyo. Para el descanso, el derbi estaba visto para sentencia. Fue sacar a relucir su versión más letal y redescubrir, en el campo del Gloriosas, los gloriosos tratados firmados en la temporada del subcampeonato.
Gemma Gili gobernó con destreza el partido, Bernabé se pareció a la hija del viento por la banda izquierda, Amaiur bordó las oportunidades de gol con un doblete y Gaby García impuso su ley en el área del Alavés. Los goles que se repartieron, dos cada una, entre la donostiarra y la venezolana, dejaron sin efecto la baja de última hora que protagonizó Nerea Eizagirre por problemas musculares.
Para arrolla al Alavés, la Real dominó todas las facetas. Desde la elaboración, impulsadas por una Gemma sensacional que distribuyó el balón sin mácula, hasta la estrategia, donde Iraia Iparragirre ejecutó con precisión. El poderío aéreo de Gaby marcó diferencias, es un saque de esquina mal defendido y para rematar a la red un centro de Bernabé, imparable en Ibaia. Entre medias, Amaiur Sarriegi anotó para poner tierra de por medio. Estos tres goles fueron en la primera mitad, en cuestión de 20 minutos.
Jensen su suma al festín
Intensa y muy superior, la Real se negó a bajar la guardia. Pensaron las de Arroyo, con razón, que el Alavés podía amagar con entrar en el partido. Las gasteiztarras avisaron dos veces con el marcador ajustado, por mediación de Carla y Ane Miren, por lo que convenía cerrar la cuenta.
Amaiur dobló su marca personal en la primera acción de la segunda parte, tras un genial pase de Jensen a la espalada de las centrales locales. La noruega se sumó definitivamente al festín anotando el quinto de la tarde. Gemma Gili prosiguió con su recital y conectó con la delantera, infalible dentro del área para abrochar el cuero a la cepa de la madera.
Pese a que Carrillo firmó el 1-5 de la honrilla, la goleada había saciado el hambre de una Real que conquistó la segunda victoria seguida, tercera en total, para acechar con todas las de la ley la zona alta de la clasificación. La espectacular puesta en escena de Ibaia es el impulso ideal para la jornada que viene, el martes en el campo del Atlético de Madrid.